La policía filipina utilizó el miércoles medios violentos para dispersar a los manifestantes que se concentraron para mostrar su protesta contra la visita del presidente de EEUU, Obama, a su país.

La policía filipina utilizó el miércoles medios violentos para dispersar a los manifestantes que se concentraron para mostrar su protesta contra la visita del presidente de EEUU, Barack Obama, a su país.

El miércoles, los manifestantes se reunieron en el exterior de la Embajada de EEUU en Manila para mostrar su ira por un pacto que incrementará la presencia militar norteamericana en Filipinas.

“La visita de Obama no es un símbolo de amistad, sino que muestra un plan estadounidense para reocupar Filipinas. Él se reunirá con Aquino para aprobar medidas que incrementen aún más el control económico y militar estadounidense sobre el país”, dijo Roger Soluta, secretario general de Kilusang Mayo Uno – uno de los grupos presentes en la protesta.

Los dos gobiernos han llevado a cabo preparativos para firmar el pacto durante la visita de Obama.

Unos 500 soldados están situados en el sur de Filipinas desde 2002 para proporcionar entrenamiento en temas de contraterrorismo e inteligencia a las tropas filipinas.

Obama visitará Filipinas el lunes como último destino de su gira por Asia.

EEUU se está inmiscuyendo en las disputas territoriales entre China y Japón por algunas islas en el Mar de la China Oriental, por un lado, y entre China y algunos miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) por las islas del Mar de la China Meridional, por otro.

Altos responsables chinos han advertido, sin embargo, a Washington que no se implique en las disputas territoriales de la región.