El regreso a los Estados Unidos de los restos de 30 soldados estadounidenses muertos en un accidente de helicóptero en Afganistán estará cerrado a los medios a pesar del levantamiento de la prohibición de l
El regreso a los Estados Unidos de los restos de 30 soldados estadounidenses muertos en un accidente de helicóptero en Afganistán estará cerrado a los medios a pesar del levantamiento de la prohibición de la presencia de las cámaras durante este tipo de ceremonias en 2009, anunció el Pentágono el lunes.
Un portavoz del Pentágono justificó la prohibición por el hecho de que “los restos no han sido identificados en esta etapa y las familias no son capaces de dar su consentimiento para que los medios de comunicación puedan asistir a la ceremonia.”
Los restos debían ser repatriados a la base de Dover (en el este del estado de Delaware) en el mediodía del martes, según el Pentágono.
El derribo del helicóptero Chinook por un cohete RPG de los insurgentes en la provincia afgana de Wardak mató a 31 soldados de EEUU, incluyendo 25 del comando de las fuerzas especiales que mató a Osama Bin Laden.
En marzo de 2009, el presidente Barack Obama había dado de nuevo el permiso a los medios de comunicación para cubrir la llegada de los féretros cubiertos con la bandera de EEUU que eran desembarcados de aviones de transporte militar en la base de Dover, pero siempre que hubiera consentimiento de las familias.
Las imágenes de los ataúdes que regresaban de Vietnam durante la guerra en este último país traumatizó a los norteamericanos y esto llevó en 1991 a la prohibición total de cualquier tipo de toma de imágenes de los mismos por parte de los medios de comunicación.
En esta guerra de imágenes, la Administración Bush mantuvo dicha política, especialmente durante la guerra de Irak, cuya impopularidad aumentó a medida que las bajas de EEUU se multiplicaban.