Un oficial del servicio de inteligencia jordano ha viajado a Damasco en una misión secreta para pedir a los sirios que concentren sus ataque contra los grupos pro Al Qaida.

Según el diario israelí Haaretz un oficial del servicio de inteligencia jordano ha viajado a Damasco en una misión secreta para pedir a los sirios que concentren sus ataque contra los grupos pro Al Qaida situados en el área fronteriza entre los dos países.

Por otro lado, el periódico Al Quds al Arabi señala que las autoridades jordanas están preocupadas por la presencia cada vez más evidente del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) en su territorio.  

En la localidad de Maan, en el sur del país, continúan los incidentes tras la muerte de un joven de 20 años a manos de la policía el pasado martes durante un registro en busca de varios sospechosos. Dos días antes, hombres armados habían abierto fuego contra dos policías que custodiaban un tribunal, hiriendo gravemente a uno de ellos.

Desde entonces, los eslóganes que van apareciendo ya no piden la dimisión del ministro del Interior o del jefe del servicio de Inteligencia, sino la de todo el gobierno del rey Abdulá y la situación continúa siendo muy tensa. En los últimos dos días se han producido incidentes como la quema de tres sucursales bancarias e incendios de propiedades públicas y privadas.

El viernes, varios jóvenes lanzaron cóckteles molotov contra las sedes del Ministerio de Sanidad y el Departamento de la Tierra Pública. Los bomberos no pudieron intervenir porque hombres armados bloqueaban las calles y los habitantes del barrio tuvieron que apagar los incendios.

Aunque la población está hablando ya de militantes extremistas, el ministro del Interior, Hussein al Mayali, prefiere hablar de personas “fuera de la ley” y bandas armadas, que atacan a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, está claro que muchos de estos militantes afirman pertenecer al EIIS y han realizado desfiles en algunas calles con banderas de la organización. El EIIS publicó también un vídeo esta semana en el que pedía la muerte del rey Abdulá II.

En la noche del viernes al sábado se produjeron varios heridos por intercambios de disparos entre “desconocidos” y las fuerzas de seguridad.

Las autoridades jordanas intentan ahora controlar la situación e impedir la extensión de estos incidentes a otras ciudades del país.