Arabia Saudí parece haber comenzado a buscar un nuevo enfoque en sus relaciones con Irán y con la región.
Arabia Saudí parece haber comenzado a buscar un nuevo enfoque en sus relaciones con Irán y con la región. Este proceso podría verse facilitado por la destitución, el pasado 15 de abril, del príncipe Bandar bin Sultan como jefe del servicio de inteligencia saudí y por la probable destitución del ministro de Exteriores del reino, Saúd al Faisal.
En este sentido, el director general del Ministerio de Exteriores iraní para Oriente Medio y el Norte de África, Mojtaba Ferdausipur, ha expresado su esperanza de que se produzca este giro saudí en sus políticas regionales, lo cual podría preparar el terreno para una mayor convergencia y un acertamiento entre Irán y Arabia Saudí, lo cual redundaría en interés de todo Oriente Medio.
“Arabia Saudí está corrigiendo su pasado comportamiento con respecto a los acontecimientos regionales, lo que ayudará al establecimiento de una estabilidad en la zona”, señaló.
Para el analista político sirio Abdul Mayid Murad, Irán ha reforzado su posición en tanto que potencia en el escenario regional, en especial tras los avances en las negociadores nucleares y su influencia decisiva en la crisis siria.
“Irán ha recho respetar su punto de vista en el dossier sirio y Siria se dispone a celebrar elecciones presidenciales, lo cual fijará unos hechos sobre el terreno que agradan a Irán”, señaló Murad.
“En la actualidad, Teherán se presenta como una puerta por la que los otros países pueden entrar en Siria e Iraq, e incluso en Oriente Medio”, señala Murad.
“Damasco ha logrado que el mundo vaya aceptando dos puntos básicos que han de imponerse en cual solución para la crisis siria. En primer lugar, es necesario erradicar a los terroristas y devolver la seguridad a las ciudades sirias y, en segundo lugar, es necesario respetar el marco constitucional y la integridad territorial del país. Irán apoya estos puntos de vista sirios.”
El analista cree también que la reciente visita de un emisario saudí a Irán y su encuentro con el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanyani han mostrado los deseos de Riad de buscar una acomodación con Irán tras el fracaso de las políticas de hostilidad, impulsadas por Bandar y por Saúd al Faisal, que no han servido para impedir el acercamiento entre Irán y los países occidentales, dentro del contexto de las negociaciones nucleares, ni para provocar la caída del gobierno de Assad.
“Las políticas de los líderes iraníes dan prueba de su buena concepción del mundo de la política y de los equilibrios regionales. Ellos conocen bien las razones por las cuales un país quiere aproximarse a Irán. Ellos saben como defender sus intereses de forma que sus relaciones con un país no tengan influencia en las relaciones con otros”, indicó Murad.