Los iraquíes comenzaron el miércoles a elegir a sus diputados por primera vez desde la retirada estadounidense de 2011.
Los iraquíes comenzaron el miércoles a elegir a sus diputados por primera vez desde la retirada estadounidense de 2011 a pesar de la violencia particularmente mortífera que sacude el país y que está causada por grupos extremistas takfiris vinculados a Al Qaida. Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, líder de la Coalición Estado de Derecho, ha manifestado que está “seguro de su victoria”.
Largas colas pudieron ser vistas el miércoles delante de los centros de votación, que abrieron a las 07 horas y cerrarán a las 18 horas.
Unos 20 millones de electores están llamados a escoger a 328 diputados entre más de 9.000 candidatos.
Maliki, que busca un tercer mandato, votó a las 7:30 horas en el Hotel Rachid, en el corazón de la Zona Verde, un sector fortificado de la capital.
Él se mostró confiado y declaró a los periodistas que estaba “seguro de la victoria”. “La cuestión es saber la amplitud de nuestro triunfo”, añadió. Él señaló que no quiere un gobierno de unidad nacional sino uno que esté apoyado por una sólida mayoría y que pueda tomar decisiones efectivas, sobre todo en el terreno de la seguridad.
Maliki pidió a los iraquíes que voten en masa y dijo que “estas elecciones serán aún más exitosas que las precedentes”, ya que no hay soldados norteamericanos ahora en suelo iraquí”.
Aparte de la Coalición Estado de Derecho, otra formación shií, Al Muwatin (el Ciudadano), integrada por el Consejo Supremo Islámico de Iraq y el movimiento del clérigo Muqtada al Sadr, compite para obtener los votos de esa comunidad, que representa el 60% de la población.
Las fuerzas de seguridad han sido desplegadas para impedir atentados y los vehículos tienen prohibido circular hoy por Bagdad.
Algunos partidos políticos esperan una alta participación basándose en la que tuvo lugar en las elecciones en el extranjero y entre los miembros de las fuerzas de seguridad los pasados domingo y lunes.