27-11-2024 08:30 AM Tiempo de Jerusalén

La oposición siria pierde apoyo internacional

La oposición siria pierde apoyo internacional

Mientras la escalada de divisiones y disputas internas en el seno de la oposición exterior se incrementa, el apoyo exterior a esta última parece estar disminuyendo.

En estos días cuando Siria prepara elecciones presidenciales, en las que Bashar al Assad aparece como muy probable ganador, y la escalada de divisiones y disputas internas en el seno de la oposición exterior se incrementa, el apoyo exterior a esta última parece estar disminuyendo.

El objetivo de la Coalición Nacional Siria y de los países que la apoyan para la Conferencia de Ginebra-2 era el de crear una autoridad provisional con plenos poderes que pasara a detentar el poder en Siria. Sin embargo, este plan está hoy muerto y enterrado, en especial tras la convocatoria de las elecciones presidenciales sirias. Tanto como lo parece el así llamado Grupo de Amigos de Siria, que comenzó contando con 160 países y ha quedado reducido ahora a 11 y que no se ha reunido durante meses.

La Liga Árabe ha cambiado también por el retorno de la influencia de Egipto, aliado implícito ahora del gobierno sirio, y por el declive de la influencia de los países del Golfo. En la última reunión de la Liga, los países que componen ésta rechazaron en su mayoría otorgar el asiento de Siria a la coalición. Otros dos grandes países árabes, Iraq y Argelia, que están librando su propia lucha contra el terrorismo, también apoyan a Siria en estos momentos.

Arabia Saudí ya no muestra tanto entusiasmo, como durante la época de Bandar bin Sultán, por el tema sirio del que parece ir distanciándose gradualmente, a pesar de su reciente decisión de entregar misiles antitanque a los grupos terroristas que operan sobre el terreno. Las acusaciones sirias e iraquíes de que el régimen saudí es el principal apoyo al terrorismo en Oriente Medio y el mundo están dañando aún más la imagen del régimen saudí, ya plagado de conflictos internos.

Quizás lo más interesante estos días sea la revelación de Ahmad Tumah, el “primer ministro” del gobierno interino nombrado por la Coalición, sobre el rechazo estadounidense a entregar misiles antiaéreos portátiles al Ejército Sirio Libre. A diferencia de lo que sucedió en Afganistán, cuando la CIA suministró misiles Singer a los muyahidines afganos, EEUU cree que estos misiles pueden acabar en manos de grupos terroristas que los utilizarían posteriormente contra aviones civiles o militares estadounidenses, europeos o israelíes.

La oposición siria esperaba que sus recientes acusaciones de que el gobierno sirio ha empleado sustancias químicas en algunas áreas de Siria llevaran a los países occidentales a ponerse más a su lado o incluso a plantear una intervención en Siria como sucedió con otras similares alegaciones sobre el ataque químico en la Guta Oriental de agosto de 2013.

Sin embargo, estas esperanzas no se materializaron no sólo porque el mundo occidental está concentrado ahora en la crisis de Ucrania, sino porque tales acusaciones carecen de cualquier esbozo de credibilidad, especialmente después de las distintas revelaciones de la implicación de los militantes de la oposición en tales hechos. La última de ellas fue la documentada por el periodista estadounidense Seymour Hersh en el periódico “London Review of Books” hace unas semanas. En ella, el autor, citando fuentes de la Inteligencia estadounidense, señala que fue Turquía la que suministró las armas químicas a los militantes sirios con el objeto de perpetrar el ataque de la Guta Oriental.

Recientemente, Tony Blair, ex primer ministro británico y representante del Cuarteto para Oriente Medio, llamó a los países occidentales a buscar un acuerdo con el presidente Assad y establecer una nueva alianza con Russia para combatir al extremismo y el fundamentalismo, a los que calificó de amenaza. De este modo, muchos círculos occidentales se preocupan ahora mucho más de detener la expansión del extremismo radical en Oriente Medio (en países como Siria, Iraq, Yemen, Egipto, Libia o Túnez) que en pensar en el derrocamiento del gobierno sirio.