Moscú ha calificado de “ataque de represalia” la operación del Ejército ucraniano en la ciudad de Slaviansk.
Moscú ha calificado de “ataque de represalia” la operación del Ejército ucraniano en la ciudad de Slaviansk. “Mientras que Rusia despliega sus esfuerzos con el fin de obtener una reducción de las tensiones en Ucrania, el régimen de Kiev envía su aviación de combate para atacar localidades pacíficas, destruyendo de hecho la última esperanza para la puesta en práctica de los acuerdos de Ginebra”, dijo el viernes Dimitri Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin.
El Ministerio de Exteriores ruso había advertido a Kiev el jueves acerca de su nueva ofensiva en el Sudeste del país, que dio comienzo el viernes 2 de Mayo. Moscú está extremadamente preocupado por la posibilidad de que estas acciones puedan provocar “catastróficas consecuencias” y pidió al liderazgo ucraniano así como a EEUU y la UE que no cometan “criminales errores”.
“Tales acciones irresponsables y agresivas del actual gobierno ucraniano tendrán consecuencias catastróficas”. “Las medidas punitivas contra su propio pueblo serían una muestra del fracaso de Kiev en lo que se refiere a cumplir con sus obligaciones en base al acuerdo de Ginebra del 17 Abril, que estipula un rápido fin de la violencia y el inicio de un amplio diálogo nacional que incluya a todas las regiones y fuerzas políticas”, señala la declaración.
La declaración también pidió a EEUU y la UE que “no cometan criminales errores y sopesen las posibles consecuencias del uso de la fuerza contra el pueblo ucraniano”.
El 2 de Mayo fuerzas ucranianas comenzaron un asalto contra la ciudad de Slaviansk, en poder de las fuerzas de autodefensa y situada en el Este de Ucrania.
En un encuentro que tuvo lugar el pasado 30 de Abril con jefes de la administración regional en Kiev, el presidente interino Oleksander Turchinov admitió que las agencias de seguridad de Ucrania no podrán controlar rápidamente la situación en Lugansk y Donetsk.