El domingo, el primer ministro israelí anunció su intención de promover una Ley Básica que defina a Israel como un “estado judío”.
El domingo, el primer ministro israelí anunció su intención de promover una Ley Básica que defina a Israel como un “estado judío”.
“Israel necesita una ley que reafirme su carácter judío”, dijo Benyamin Netanyahu en el encuentro semanal del gabinete y añadió que él lo haría sin “infringir los derechos individuales de ningún ciudadano israelí”.
Netanyahu dijo que esta ley reforzará el estatus de la Ley de Retorno y que contendrá una referencia a los símbolos nacionales como la bandera, el himno y el estatus del hebreo “y otros componentes de la identidad nacional”. Netanyahu dijo que estos componentes eran “constantes” y “se hallan bajo continuos ataques tanto en el extranjero como en casa”.
El primer ministro israelí señaló que la existencia de Israel derivaba del hecho de ser “el hogar nacional del pueblo judío” y habló del profundo vínculo entre “el pueblo de Israel y la Tierra de Israel”.
“Hay, por supuesto, aquellos que no quieren que Israel se defina como un estado-nación del pueblo judío”, señaló. “Ellos quieren que un hogar nacional para los palestinos sea establecido junto a nosotros y que Israel se convierta gradualmente en un estado binacional, árabe e israelí, dentro de nuestras fronteras”.
Netanyahu afirmó que el texto de la ley será formulado en consultas con todos los socios de la coalición, para que “preserve los valores de Israel como estado judío y democrático”.
La líder de uno de los socios de la coalición, la ministra de Justicia Tzipi Livni, dijo en una entrevista con la Radio israelí que ella se opone a que esta ley porque “da superioridad al carácter judío del estado sobre los valores democráticos”.
Árabes israelíes condenan
Por su parte, los líderes de la minoría árabe en Israel han reaccionado con ira a los planes de Netanyahu para definir a Israel como “el estado-nación del pueblo judío”.
Ellos señalaron que esta ley allana el camino para que la discriminación que sufren quede recogida en la ley.
Talib al Sanaa, un antiguo diputado, dijo que “esta iniciativa es muy peligrosa para la democracia y empuja a la población árabe más allá de las fronteras del estado en un sentido legal. Ella perpetúa la inferioridad y marginación de los árabes y eso una receta segura para la confrontación. Representa partir las aguas entre la opinión pública árabe y el Estado de Israel”.
Los árabes israelíes, que representan una quinta parte de la población del estado, son palestinos que se quedaron atrás cuando sus compatriotas fueron expulsados o huyeron cuando Israel fue establecido en 1948. Ellos tienen derecho al voto, pero sufren una amplia discriminación de parte de las autoridades israelíes. Así por ejemplo, mientras cientos de nuevas ciudades y localidades han sido construidas para los judíos desde 1948 ninguna nueva ciudad árabe ha sido creada. Ellos no pueden recibir tierras estatales tampoco.
La ley que busca Netanyahu y sus aliados señala que el derecho a la autodeterminación nacional de Israel es exclusivo de los judíos y señala que Israel es el “estado del pueblo judí”o, sin mencionar que es la patria histórica de los árabes israelíes, ya sean musulmanes o cristianos.
Yafar Farah, director de Mosawa, un ONG que promueve la igualdad para la minoría árabe, señaló que, tras la aprobación de la ley, los árabes israelíes harán frente a una mayor discriminación. “Esto institucionalizará el racismo, la discriminación y la marginación de la comunidad árabe y nos da a entender no somos sólo ciudadanos de segunda clase sino una quinta columna y que no tenemos lugar aquí”.