Nueve estados europeos se reunieron en Bruselas para intentar establecer una estrategia con vistas a impedir los viajes de militantes takfiris a luchar en Siria.
Nueve estados europeos, incluyendo España, Alemania, Reino Unido y Francia, se reunieron el jueves en Bruselas con representantes de EEUU, Turquía, Marruecos, Jordania y Túnez para intentar establecer una estrategia con vistas a impedir los viajes de militantes takfiris a luchar en Siria.
Los responsables de estos países temen en particular que sus ciudadanos, a menudo jóvenes, vuelvan a sus países radicalizados y cometan atentados terroristas allí, explicó la ministra belga del Interior, Joelle Milquet.
“No es sólo un problema nacional, sino una cuestión internacional, que afecta a numerosos países”, dijo ella insistiendo en la presencia en Siria de grupos extremistas vinculados a Al Qaida.
La ministra, anfitriona de la reunión, se negó a dar detalles sobre lo discutido con sus homólogos europeos y con respecto a la cooperación entre los servicios de inteligencia.
“No vamos a hacer públicas las medidas confidenciales,” afirmó.
“Estas medidas tienen, ante todo, un objetivo operativo. Ellas permiten definir planes de acción y ponerlos en práctica”, señaló su homólogo francés, Bernard Cazeneuve.
“Si queremos evitar que nuestros jóvenes se dirijan hacia el territorio de las operaciones yihadistas hace falta una cooperación en los aeropuertos”, afirmó refiriéndose a Turquía.
El ministro francés pidió también el reforzamiento de los intercambios de datos sobre los pasajeros que transitan por los aeropuertos europeos y los que están situados fuera de la UE”.
Los ministros debían debatir medidas ya tomadas o que se van a tomar para evitar las salidas de sus ciudadanos hacia Siria y luchar contra la radicalización, desmantelar las redes de reclutamiento y facilitar el retorno de los que ya han partido para combatir.
“Hace falta mostrar una gran firmeza con todos aquellos que en el territorio nacional se implican en operaciones yihadistas y de reclutamiento u organización de la violencia”, afirmó Cazeneuve, recordando su voluntad de expulsar a “todos los extranjeros que contribuyan a la organización de operaciones terroristas o el reclutamiento de yihadistas”. Él dijo también que la ley permite la retirada de la nacionalidad francesa en ciertos casos.
Se trata de la cuarta reunión de este tipo desde junio de 2013, pero la primera en la que participan Turquía y países del Sur del Mediterráneo. La actitud de Turquía en estos años de conflicto en Siria ha sido, sin embargo, de una continua ayuda a los grupos terroristas, algunos de ellos vinculados a Al Qaida, como el Frente al Nusra.