El líder de la Coalición Nacional Siria, apoyada por los países occidentales y los árabes del Golfo, Ahmed Yarba, está en Washington buscando armas avanzadas para los grupos terroristas sirios.
El líder de la Coalición Nacional Siria, apoyada por los países occidentales y los árabes del Golfo, Ahmed Yarba, está en Washington buscando armas avanzadas para los grupos terroristas sirios. Sin embargo, según algunos medios, citados por el periódico Jerusalem Post, es improbable que el presidente estadounidense, Barack Obama, acepte la lista de peticiones de la oposición.
Washington se ha limitado a decir que planea ahora un incremento de 27 millones de dólares en ayuda no letal a la oposición armada siria.
Según el periódico, Iraq, Jordania e Israel han hecho saber a la Administración norteamericana que se oponen a la entrega de armas más sofisticadas a los grupos armados por el temor a que caigan en manos de organizaciones radicales que las empleen contra ellos.
En este sentido, el primer ministro de Iraq, Nuri al Maliki, señaló hace pocas semanas que las armas que reciben los grupos de la oposición siria acaban en su país. Iraq lucha ahora contra los mismos grupos terroristas que actúan en Siria.
Michael Rubin, un antiguo responsable del Pentágono, cree que “Obama podría posar con los opositores sirios, pero, en este punto, una foto es todo lo que ellos conseguirán. Él puede prometer, pero no lo cumplirá”, dijo Rubin al Jerusalem Post.
Por su parte, Abdel Bari Atwan, director del periódico árabe Rai al Yum, escribió esta semana que EEUU no planea cambiar su decisión de no entregar misiles antiaéreos a la oposición siria y buscó recompensar a esta última elevando el estatus de sus oficinas en EEUU al grado de “misión diplomática”.
Por su parte, el periodista Maher Abu Tair escribió el miércoles en el periódico jordano Ad Dustur que Jordania no quiere que armas antiaéreas sean entregadas a los militantes sirios a través de su territorio y que la posesión de tales armas por parte de los militantes sirios es vista por Ammán como una amenaza a su propia seguridad nacional.
Algunos observadores han señalado, además, que la situación militar ya se ha decantado claramente a favor del gobierno sirio y que la entrega de armas más sofisticadas no tendría un gran efecto sobre la situación en el terreno. Así por ejemplo, la posesión de misiles antitanque por parte de los terroristas no ha servido para evitar su derrota en varias ciudades, como la de Yabrud, donde ellos disponían de este tipo de armamento en abundancia.