03-05-2024 03:29 AM Tiempo de Jerusalén

Ucrania/Siria: dobles raseros occidentales

Ucrania/Siria: dobles raseros occidentales

A pesar de todas las diferencias que existen entre la crisis de Ucrania y la de Siria, los dos países se han convertido uno en el otro y en el escenario de profundos fracasos para Occidente.

A pesar de todas las diferencias que existen entre la crisis de Ucrania y la de Siria, los dos países se han convertido uno en el otro y en el escenario de profundos fracasos para Occidente. Las dos crisis han sido desencadenadas por intervenciones directas de EEUU, pero se han convertido rápido en fracasos.

En Siria, los estadounidenses creyeron que derribando fácilmente el gobierno del presidente Bashar al Assad, ellos debilitarían la influencia de Irán en la región y se convertirían en los señores únicos de Oriente Medio, pero según pasa el tiempo, el fracaso de EEUU en Siria se ha hecho evidente.

En Ucrania, los dirigentes norteamericanos pensaron también que el derrocamiento del gobierno del presidente Viktor Yanukovich sería seguido rápidamente por la creación de un gobierno pro-occidental que se adheriría rápidamente a la Unión Europea y luego a la OTAN.

Sin embargo, la postura adoptada por Rusia con respecto a los acontecimientos en Ucrania han colocado rápidamente a EEUU en un impasse estratégico. En realidad, Washington y sus aliados europeos han cometido graves errores de cálculo tanto en Siria como en Ucrania, errores que les han costado en ocasiones demasiado caros. Las dos crisis han perjudicado seriamente el prestigio y la hegemonía mundial de EEUU.

A pesar del coste elevado de sus errores estratégicos en Siria y en Ucrania, EEUU y sus aliados europeos insisten todavía en su posición errónea y han perdido el apoyo de la opinión pública europea y mundial al obstinarse en su política de doble rasero.

La postura contradictoria de Washington hacia las elecciones presidenciales en Ucrania y en Siria revela claramente esta visión selectiva de la Casa Blanca. A pesar de las objeciones de Rusia, EEUU y la Unión Europea estiman que la celebración de las elecciones presidenciales en plena crisis ucraniana servirá para calmar la situación y devolver la estabilidad a ese país.

Sin embargo, los norteamericanos no aplican el mismo razonamiento, es decir la estabilidad interna, a las elecciones sirias.

En un contexto en el que el gobierno sirio insiste en la necesidad de luchar contra el terrorismo, los norteamericanos y sus aliados europeos reconocen que Siria está fuertemente amenazada por la presencia de grupos terroristas y que éstos están extendiendo sus actividades a otros países. Sin embargo, continúan suministrando dinero y armas a los grupos armados, ignorando sus crímenes y culpando de todo al gobierno sirio.

Sin embargo, en Ucrania, donde el número de víctimas civiles aumenta día tras día, las capitales occidentales no cesan de apoyar al gobierno interino de Kiev.

Todo esto muestra que EEUU maneja un doble rasero frente a los acontecimientos que se producen en diversas regiones del mundo y que se evidencia, en otro ejemplo más, en el silencio cómplice de los responsables estadounidenses con respecto a la represión llevada a cabo por otro de sus aliados, el régimen de Bahrein, contra su población y al que no se reclaman reformas democráticas.