El Post señala que el ESL ha perdido fuerza y sufre un desgaste dentro de sus brigadas, lo cual pone en duda su capacidad de luchar contra el Ejército sirio y contra los grupos extremistas.
En un artículo sobre los recientes abandonos de miembros del Ejército Sirio Libre (ESL) publicado el lunes el Washington Post señala, en base a entrevistas con 250 ex miembros en Siria y Turquía, que un creciente número de militantes del ESL ha perdido esperanzas en la victoria y valora muy negativamente la situación interna de la organización.
El Post señala que el ESL ha perdido fuerza y sufre un desgaste dentro de sus brigadas, lo cual pone en duda su capacidad de luchar contra el Ejército sirio y, en su caso, contra los grupos extremistas vinculados a Al Qaida, como el Frente al Nusra o el Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS). Abu Hassan, un jefe de la brigada Al Abrar, en Hama, que ha estado luchando dentro del grupo desde 2011, afirma que sus miembros “han perdido la esperanza en la victoria y están abandonando sus brigadas en gran número”.
Entre las causas más frecuentes para el abandono del ESL el Post señala:
1) El declive de las perspectivas de victoria. Un gran número de miembros del ESL ya no creen en una victoria militar y señalan que es imposible para ellos ganar en las actuales condiciones y ambiente. Ellos consideran que los combates ahora ya no merecen los riesgos. Además, la mayoría de combatientes entrevistados no planean tomar las armas de nuevo en el futuro.
2) La falta de disciplina y organización. Algunos ex miembros del ESL señalan que han abandonado el grupo decepcionados por la falta de disciplina, organización y cohesión en sus filas y la incapacidad de la cadena de mando. Algunos militantes denuncian también la existencia de corrupción en el seno de las filas del ESL, especialmente a nivel de los mandos, muchos de los cuales viven en Turquía.
3) La presión social y familiar. Muchos ex combatientes reconocen que la presión social y familiar ha jugado un papel en su abandono de la lucha. El declive del respaldo al ESL en los sectores que un día le apoyaron es una realidad en todas partes de Siria y esto ha facilitado el paso de estos combatientes a la vida civil.
Según el Post, un tercio de los combatientes del ESL apoya un cese el fuego y un acuerdo de paz para poner fin al conflicto. Sin embargo, existen algunos también que prefieren unirse a otros grupos más radicales como el Frente al Nusra o el EIIS, mucho más disciplinados y mejor organizados. Aunque estos combatientes son una pequeña parte del total, su número está creciendo, afirma el Post.
El periódico indica que la persistencia de esta situación puede llevar al ESL a convertirse en una organización obsoleta y marginal de cara a cualquier futuro proceso de negociación con el poder.