Arabia Saudí está llevando a cabo un plan para conseguir un doble objetivo en la región: el sabotaje del proceso político en Irak y el derrocamiento del régimen de Siria.

Arabia Saudí está llevando a cabo un plan a través de sus agentes en Irak y las células terroristas en Siria, para conseguir un doble objetivo en la región: el sabotaje del proceso político en Irak y el derrocamiento del régimen de Siria, informó el sitio web del canal por satélite iraní Al-Alam.

Según fuentes mediáticas, citadas por Al Alam, el régimen monárquico saudí intenta exacerbar las tensiones en el oeste de Iraq, una zona limítrofe con Siria, provocando acciones terroristas de gran envergadura durante la fiesta del Eid el Fitr o poco después.

Las fuentes indicaron que estas operaciones se llevarían a cabo por parte de unidades especiales de los servicios de Inteligencia saudíes y jordanos. En ellas participarían también, algunos grupos de miembros del partido Baaz, derrocado en Iraq tras la caída de Saddam Hussein.

Estas unidades tendrían la misión de asesinar a ciertas personalidades políticas y religiosas de la zona para aterrorizar a los musulmanes sunníes de Iraq, y hacer que éstos acusen al gobierno y el Ejército iraquíes de ser incapaces de garantizar la seguridad la zona, excusa ésta que serviría para justificar la petición de retirada de esta área de cualquier fuerza militar iraquí de que no fuera del agrado de los saudíes y sus agentes.

Estas mismas fuentes indicaron que este estado de situación sería seguido por una campaña de llamamientos en favor de un estado federal, que llevaría a una independencia de facto de la provincia occidental de Anbar y la de Nínive, para que ambas se conviertan en semiindependientes y bajo fuerte influencia de Arabia Saudí y Jordania.

En este contexto, según fuentes locales iraquíes pro-saudíes, más de 4.000 millones dólares han sido ya gastados para asegurar la realización de este plan en el lado iraquí. Además, en dicha región, fronteriza con Irak y Siria, se establecerían diferentes líneas de “tráfico comercial” para garantizar el contrabando de armas y municiones a los wahabíes en Siria con el fin de desestabilizar la seguridad en este país y provocar la caída del régimen sirio y su sustitución por otro pro-saudí.

Cabe señalar que un cargamento de armas procedentes de Jordania y Arabia Saudí, fue confiscado por los servicios de aduanas sirios de la frontera sirio-iraquí hace un par de días.