Cientos de nacionalistas árabes de toda la región han formado su propia milicia de voluntarios en Siria, la Guardia Nacionalista Árabe (GNA), para luchar a favor del gobierno de Bashar al Assad.
Cientos de nacionalistas árabes de toda la región han formado su propia milicia de voluntarios en Siria, la Guardia Nacionalista Árabe (GNA), para luchar a favor del gobierno de Bashar al Assad.
Nidal, un libanés de 25 años, señala que tomó su decisión el pasado año cuando existía el riesgo de un ataque militar de EEUU contra Siria. Él citó el dicho del ex presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, que dijo que “Si EEUU está satisfecho conmigo es que estoy en el camino equivocado”.
“En aquel momento quedó claro que nosotros, como jóvenes árabes que seguimos el camino del Movimiento Nacionalista Árabe, no podíamos permanecer neutrales ante lo que consideramos que es una batalla en pro de la supervivencia no sólo de Siria, sino también de la nación árabe.”
La GNA fue creada en mayo de 2013, tras varios ataques israelíes contra Siria, por Abu Aíd, un ciudadano libanés de la ciudad sureña de Yabal Amal. Aid, junto con varios compañeros del Campo de la Juventud Nacionalista Árabe, decidieron crear la GNA en un esfuerzo para preservar la ideología del panarabismo, que ellos creían que estaba siendo destruida a través de la injerencia occidental en Siria.
Aid, que tiene poco más de 30 años, mantiene un perfil muy bajo para evitar problemas con las autoridades libanesas, que lo han detenido e interrogado ya en varias ocasiones con respecto a sus actividades en Siria. Él luchó antes en Iraq contra los invasores estadounidenses, pero ahora pasa la mayor parte de su tiempo en Siria.
El Campo de la Juventud Nacionalista Árabe está compuesto por árabes de varios países que pertenecen a movimientos y partidos panarabistas. Fue constituido a principios de la década de los noventa en un esfuerzo por revivir el nacionalismo árabe. Hoy en día, la organización se reúne cada año en distintos países para discutir temas políticos y sociales.
La GNA cuenta con combatientes de varios países árabes, incluyendo Palestina, Líbano, Túnez, Iraq, Egipto, Yemen y Siria. En este momento, la organización tiene más de 1.000 combatientes. Unos 40 han muerto en combate hasta la fecha. Cabe señalar también la presencia de ex miembros de los ejércitos egipcio e iraquí.
“En Mayo de 2013, en colaboración con el Ejército sirio, levantamos campos militares en Monte Qasiun”, dijo Nidal, un hermano de Abu Aid. “Y fue así como entramos en la batalla”.
La GNA incluye cuatro batallones que llevan los nombres de líderes nacionalistas fallecidos: Wadih Haddad, un combatiente palestino y árabe nacionalista; Wadih Haddad, un luchador palestinos del Frente Popular de Liberación de Palestina; Mohammed Brahmi, un político tunecino que fundó el Movimiento Popular Nacionalista Árabe y Socialista después del derrocamiento del dictador Ben Ali y fue asesinado por terroristas en Julio de 2013; Haidar al Amali, un prominente pensador nacionalista árabe y político de origen libanés herido por Israel en la guerra de 2006, que más tarde murió de sus heridas, y Yules Yammal, un oficial de la Marina siria que hundió un barco francés durante la crisis de Suez de 1956.
Según los combatientes de la milicia, el número de reclutas, especialmente de Egipto y Palestina, se incrementó significativamente tras la amenaza de ataques aéreos estadounidenses en Siria en septiembre de 2013.
Los combatientes de la GNA cooperan estrechamente con el Ejército sirio y las Fuerzas de la Defensa Nacional y ellos operan en varias áreas de Siria, incluyendo Damasco, Deraa, Homs y Alepo.
Financiados y entrenados por el Ejército sirio, los combatientes han llevado a cambio maniobras y ejercicios con fuego real durante su entrenamiento. Ellos participan también en cursos sobre el nacionalismo árabe antes de convertirse oficialmente en combatientes.
“Como nacionalistas árabes no estamos luchando por la supervivencia de Assad. Estamos luchando por la supervivencia de la nación árabe”, dijo Nidal. “Del mismo modo que luchamos en Libia contra la OTAN a través de las Fuerzas de Defensa Árabe y en Iraq contra la invasión estadounidense. En Gaza, combatimos contra el enemigo sionista por medio de las Brigadas de Resistencia Árabe y, por supuesto, del FPLP”.
Sin embargo, según los miembros de la GN A, su presencia en Libia e Iraq fue muy limitada y no tuvo influencia por la falta de financiación y armas.
“El Ejército sirio nos apoyó y suministró las armas y el entrenamiento que necesitábamos”, dijo Nasser. “Ni el gobierno ni el Ejército en Iraq y Libia tenían la capacidad de hacerlo”.
Hasta ahora, la GNA ha participado en combates en Hatita al Turkoman, Barza, Mazraa al Qasimiya, Al Bayyada, Al Sbeneh al Kubra y el suburbio de Shebaa, en la provincia de Damasco.
Él ha jugado también un papel en la Guta Oriental y Occidental y en la ofensiva en el área de Qalamún. Ellos han luchado asimismo en Saidnaya, el campo de Quneitra, Tal al Yabieh, Tal al Hara y la localidad de Al Dawayeh al Saguira.
Yamal tiene 36 años y es un antiguo oficial en el Ejército egipcio que, según sus compañeros de la GNA, se considera “un árabe en primer lugar, un árabe en segundo lugar y un egipcio en tercer lugar”.
Yamal abandonó el Ejército egipcio en Junio de 2013 después de que el ex presidente Mohammed Mursi, afiliado a los Hermanos Musulmanes, expresara su apoyo a la oposición siria e hiciera un llamamiento en favor de la intervención internacional en la crisis. Él decidió entonces unirse a la GNA.
Para los nacionalistas egipcios, Bashar al Assad y el Partido Baaz están haciendo frente a una guerra similar a la agresión tripartita llevada a cabo contra Nasser en 1956.
Ahmed Osman, conocido como Abu Bakr al Masri, fue el primer combatiente egipcio de la GNA en morir en el campo de batalla. Según su obituario publicado por la GNA, Abu Bakr cayó en el campo de batalla para “liberar Qarra, en la región del Qalamún, del wahabismo” en octubre de 2013. “Él mantuvo su promesa a la nación árabe y a su pueblo y se unió al convoy al convoy del honor y el orgullo en la batalla para defender la unidad y dignidad de la República Árabe Siria”.
El más joven recluta de la GNA es Fidaa al Iraqí, un joven iraquí de 16 años que está siendo tratado en Damasco después de haber sido herido en la batalla de Tel al Ahmar, una importante colina estratégica en la provincia de Quneitra.
Además de los iraquíes, egipcios y yemeníes hay también varios libaneses que se han unido a la GNA.
“Nosotros luchamos junto a y también en contra de otros libaneses en los campos de batalla de Siria”, dijo Arabi, de 25 años y natural de Sidón, que volvió al Líbano tras resultar herido en una batalla en Deraa, a Al Akhbar. “Luchamos codo con codo con Hezbolá y el Partido Nacionalista y Social Sirio (PNSS) contra otros combatientes libaneses de diferentes provincias”.
Según Arabi, la oposición siria está ahora dominada por los combatientes extremistas y yihadistas extranjeros vinculados a Al Qaida que se han opuesto siempre a los nacionalistas árabes y han abandonado desde hace mucho la causa palestina.” “Nasser luchó contra ellos en el pasado y nosotros estamos luchando contra ellos hoy”.
La GNA cree que Occidente, utilizando a los extremistas del mundo árabe, orquestó la Primavera Árabe para dividir el mundo árabe, explotar sus riquezas, colonizar a su pueblo y debilitar a sus ejércitos para que no fueran capaces de luchar contra Israel.
En opinión de Arabi, la actual oposición siria traicionó a la causa palestina al cooperar con Israel y EEUU en sus intentos de derribar a Assad.
“El martes 18 de febrero de 2014, Benyamin Netanyahu visitó a rebeldes sirios heridos en un hospital israelí y la oposición siria le elogió y le mostró su sincera gratitud”, dijo Arabi.
“En contraste, soldados del Ejército sirio murieron en los túneles mientras introducían armas de contrabando en la Franja de Gaza”, añadió.
Mujeres soldado
Del igual modo que la recientemente formada fuerza paramilitar en Siria, conocida como las Leonas de la Defensa Nacional (LND), que tiene más de 500 mujeres combatientes, la GNA ha reclutado a unas 70 mujeres combatientes de edades entre los 19 y los 35 años en diferentes provincias sirias para custodiar puestos de control y llevar a cabo operaciones de seguridad en diferentes áreas.
Vestida con un uniforme y armada con un fusil de asalto Kalashnikov, Dalal, de 22 años y estudiante de Raqqa, es una de las mujeres combatientes de la GNA.
“Cuando el conflicto sirio comenzó en 2011, hubo una división entre los nacionalistas árabes”, dijo Dalal a Al Akhbar. “¿Era un revolución justa o un complot orquestado por Occidente?”
En aquel tiempo, Dalal apoyaba a la oposición y quería derrocar al gobierno.
“Estaba equivocada”, continuó Dalal. “No lamento haberme opuesto al gobierno porque, después de todo, todos los gobiernos comenten grandes fallos. Sin embargo, lamento haber apoyado a la rebelión.”
Dalal señala que los señores de la guerra rebeldes y los extremistas han indignado a la población con sus saqueos y su reinado de terror en las áreas bajo su control”.
“Después de que los seguidores de Al Qaida tomaran Raqqa, ellos comenzaron inmediatamente a aplicar su particular interpretación de la Ley Islámica. Implantaron tribunales y decretaron castigos sumarios”, dijo Dalal. “La música, los cigarrillos, las fotografías e incluso la educación fueron prohibidos”.
Ella dijo que cuando fue testigo de cómo un hombre era horriblemente decapitado en Idlib esto fue ya la gota que colmó el vaso de su particular aguante.
Motivada por los abusos e injusticias cometidos por los rebeldes y extremistas contra el pueblo sirio en general y las mujeres sirias en particular y por su creencia en las ideas nacionalistas, Dalal decidió empuñar las armas y unirse a la GNA.
“No quiero unirme a la LND”, dijo. “No soy una leona, sino una nacionalista árabe”.
Al Akhbar