Varias reuniones secretas han sido celebradas entre Arabia Saudí, Turquía y Qatar para expulsar al primer ministro, Nuri al Maliki, del poder, señaló un sitio de información iraquí.
Varias reuniones secretas han sido celebradas entre Arabia Saudí, Turquía y Qatar para expulsar al primer ministro, Nuri al Maliki, del poder, señaló un sitio de información iraquí.
Según el sitio Al Qanun (la Ley) desde hace varios días, los hoteles de Arbil, Ammán y Estambul son escenario de encuentros discretos para crear un nuevo frente político contra el dirigente iraquí, cuyo partido, Estado de Derecho, ha logrado una mayoría en las pasadas elecciones legislativas del pasado 30 de abril, en las que obtuvo 96 escaños de un total de 328 con que cuenta el Parlamento iraquí. La corriente sadrista, que quedó en segunda posición, no dispone más que 32 escaños.
El objetivo de los esfuerzos de los mencionados tres países es reunir a los 50 diputados sunníes elegidos en el Parlamento iraquí a fin de crear un bloque parlamentario, la Unión de las Fuerzas Nacionales.
Este bloque, aunque pequeño en relación al conjunto del Parlamento, sería el segundo en tamaño. Si a él se adhieren los diputados de la lista Al Wataniyah, presidida por el ex agente de la CIA Iyad Allawi (21 escaños), el número se elevaría a 71.
Los miembros de estos grupos establecerían luego contactos secretos con la corriente sadrista alrededor de un eslogan común: “No a Maliki”.
El propósito de estas consultas es el de intentar que el puesto de primer ministro sea para un shií distinto de Maliki que tenga un tercio de ministros de esta confesión mientras que los otros dos tercios vayan a parar a sunníes y kurdos.
Los analistas rechazan que tal escenario pueda tener lugar y advierten sobre sus consecuencias negativas para el futuro de Iraq:
1 – La posible liberación de los terroristas wahabíes mediante una amnistía general y la concesión de puestos importantes para personalidades que son objetivo de persecución judicial, como Tariq al Hashemi o Ahmad al Alwani, o que se entreguen puestos clave, como el Ministerio de Defensa o el de Interior, a personalidades sunníes extremistas vinculadas a Arabia Saudí, Qatar o Turquía.
2 - El debilitamiento del Estado central, lo cual daría un margen de maniobra ilimitado a las autoridades del gobierno local del Kurdistán iraquí.
3 - La agravación de la situación política y económica en Iraq en favor de los intereses de Turquía.
4 - Establecer un nuevo equilibrio político en Iraq sin tener en cuenta la importancia demográfica de las distintas comunidades étnicas y confesionales. En este sentido, la posición de los shiíes, que representan al 65% de la población, se vería debilitada.
5 – Someter el cargo de primer ministro a la aprobación de los partidos kurdos y sunníes.
6 - El retorno del caos y la inseguridad a la mayor parte de provincias iraquíes, lo cual crearía un terreno propicio para la aparición de milicias en las regiones shiíes y el reforzamiento de los grupos próximos a Al Qaida en las zonas sunníes.
Los terroristas de Al Anbar serán derrotados pronto
Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha asegurado, en declaraciones recogidas en Sumariya Press, que la situación excepcional que tiene lugar en la provincia de Anbar terminará pronto y que la erradicación de los terroristas en esta provincia no llevará mucho tiempo.
“Iraq recibirá el mes de Ramadán con un nuevo Anbar. Los desplazados volverán. Debemos detener el derramamiento de sangre y que las fuerzas de seguridad colaboren con las tribus de la región a fin de asediar a los terroristas del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS)”.
El prosiguió diciendo que “el tiempo necesario para erradicar a los terroristas de la provincia no será mucho. Ellos serán eliminados rápidamente. Nos hace falta una acción decisiva antes de que llegue el mes de ayuno de Ramadán. Sabed que Iraq recibirá el mes de Ramadán con un nuevo rostro en Anbar.”
Desde el 21 de diciembre de 2013, Anbar es escenario de una operación militar de envergadura para perseguir a los elementos del EIIS. Recientemente, las tropas iraquíes llevaron a cabo una exitosa ofensiva en Ramadi contra los terroristas, pero estos continúan dominando la ciudad de Faluya.