Una milicia islamista libia, Ansar al Shariah, se halla en la actualidad enfrentada a las fuerzas del general rebelde que busca eliminar a las milicias y los partidos islamistas en Libia.
Una milicia islamista libia, Ansar al Shariah, se halla en la actualidad enfrentada a las fuerzas del general rebelde, Jalifa Haftar, que busca eliminar a las milicias y los partidos islamistas en Libia. Sin embargo, en respuesta, este grupo ha criticado a Washington.
“Queremos recordar a EEUU sus derrotas en Afganistán, Iraq y Somalia”, dijo Mohammed Ali al Zahawi, líder de Ansar al Shariah, añadiendo que Washington haría frente a una situación “mucho peor” si trataba de intervenir en Libia.
La milicia de Zahawi se ha enfrascado en una batalla local por el territorio, pero con un ojo puesto en los países occidentales. Ella está considerada como un ejemplo de la creciente amenaza terrorista “de una red descentralizada de organizaciones vinculadas a Al Qaida” que el presidente de EEUU, Barack Obama, mencionó en su discurso de West Point.
Esta red atentó en 2012 contra el Consulado de EEUU en Bengasi, causando la muerte al embajador de ese país, J. Christopher Stevens, y a otros tres ciudadanos estadounidenses.
En los últimos días han aparecido rumores sobre una posible intervención estadounidense en Libia. El Pentágono ha confirmado que unos 1.000 marines a bordo del buque USS Bataan se han movido hacia la costa de Libia, no lejos de Trípoli.
Hace dos semanas, EEUU desplegó marines en Sicilia poco después de que el general Haftar, aliado de Washington desde hace mucho tiempo, lanzara un intento de golpe de Estado contra el Parlamento.
Las milicias islamistas, que apoyan al primer ministro Ahmed Maitiq, del Partido Justicia y Construcción, vinculado a los Hermanos Musulmanes, han llegado a Trípoli para luchar contra las tropas del general Haftar, lo que puede ser el preludio de una guerra civil.
El Departamento de Estado de EEUU ha pedido a todos los ciudadanos de esa nacionalidad que “abandonen Libia inmediatamente” advirtiéndoles sobre posible secuestros o ataques violentos. Washington tiene intención de evacuar su Embajada en Trípoli si la situación se deteriora y esta operación podría dar pie al despliegue de los marines en la capital libia.
Al Qaida y otros grupos extremistas afines se han extendido en los últimos años en zonas como Libia, Mali, Somalia, el norte de Nigeria,la Península del Sinaí en Egipto, Yemen, Iraq y, sobre todo, Siria.
En la zona del norte de África Ansar al Sharia coopera con Al Qaida en el Magreb Islámico, un grupo que fue expulsado de Mali por una fuerza militar francesa el pasado año, pero que posee todavía decenas de millones de dólares recogidos en rescates por europeos secuestrados en la región del Sahel.