Una gran parte de los yihadistas sunníes que luchan en Siria sufren una creciente decepción tras las continuas derrotas que sufren a manos del Ejército sirio.
Una gran parte de los yihadistas sunníes que luchan en Siria sufren una creciente decepción tras las continuas derrotas que sufren a manos del Ejército sirio y las luchas internas entre los grupos extremistas que ha causado la muerte a miles de ellos. Mientras que algunos firman que “las tribulaciones son necesarias para purificar las filas” de los militantes, otros afirman que “si no logramos una victoria ahora, ya no podremos alcanzarla en los próximos 30 años, por lo menos”.
Radwan Murtaza no recuerda un período más duro y amargo para los yihadistas que el actual. El “califato” que siempre existía en su sueños aparecía como una realidad ante sus ojos hace dos años, pero luego se evaporó como un espejismo. Él tomó parte en la Batalla de Yabrud, en la región de Qalamún. El rápido colapso de los grupos armados y la toma de la ciudad en apenas 48 horas por el Ejército sirio, seguida por la del Krak de los Caballeros, afectó duramente a sus esperanzas y su moral. La frontera del Líbano, por donde él transitaba, está ahora cerrada y el Ejército libanés arresta a los militantes sospechosos de estar implicados en coches bomba.
Él critica también a los dirigentes sunníes en el Líbano, especial los de la Corriente del Futuro, a los que califica de “corruptos” y de haber traicionado a los militantes al permitir que los servicios de seguridad libaneses luchen contra los militantes sirios y libaneses, como ha sucedido en Trípoli, Ersal y otras zonas.
La toma de Homs por el Ejército y de gran parte de la ciudad de Maliha, en la Guta Oriental, y los avances del Ejército en Alepo y en el Sur han destruido las esperanzas de victoria de los militantes. Ellos saben que les esperan “duras batallas” contra un Ejército mejor armado y organizado “y además todo el mundo está ahora contra nosotros”. La actitud hostil de la población siria hacia ellos resulta cada vez más clara.
Uno de los líderes de Al Qaida en el Líbano, Sheij Osama al Shihabi, reconoce la frustración de los yihadistas y dijo que muchos de ellos se han marchado ya de Siria, aunque cree que “la victoria será lograda, aunque con retraso debido a nuestras acciones” refiriéndose concretamente a la guerra intestina entre los grupos armados en varias regiones del país. La lucha entre el EIIS y el Frente al Nusra, liderados por Abu Bakr al Bagdadi y Abu Mohammed Yulani respectivamente, ha sido difícil de digerir por los militantes, ya que ambos tienen el mismo pensamiento.
Algunos militantes del Frente al Nusra han señalado que han aprendido lecciones del conflicto como el impacto negativo de la publicación en Internet de vídeos sobre ejecuciones y crímenes sangrientos que han horrorizado a la opinión pública siria e internacional. Al mismo tiempo, se quejan de un cambio de actitud de algunos países como Arabia Saudí y Jordania en lo que respecta a que sus ciudadanos luchen en Siria y el silencio actual de algunos líderes religiosos wahabíes a sueldo de estos gobiernos que abogaban antes abiertamente por el “yihad” en Siria y que ahora guardan silencio.