Todo el personal militar estadounidense que estaba basado en la base de Manas, situada en el Aeropuerto Internacional de la capital de Kirguistán, Bishkek, ha abandonado el territorio de la república.
Todo el personal militar estadounidense que estaba basado en la base de Manas, situada en el Aeropuerto Internacional de la capital de Kirguistán, Bishkek, ha abandonado el territorio de la república. El Ejército kirguís se hará cargo ahora de la instalación.
Esto fue anunciado por la embajadora de EEUU en el país centroasiático, Pamela Spratlen. “Hoy, la base de Manas fue entregada oficialmente al gobierno kirguís y dentro de una semana todos los militares estadounidenses la dejarán”, señaló.
“Al devolver esta tierra cedida y entregar este bello centro al gobierno kirguís recordamos que Kirguistán ha jugado un papel estratégico dentro de la comunidad internacional al apoyar el Centro de Tránsito. Durante más de 12 años estuvimos a las puertas del espacio aéreo de Afganistán desde este centro”, dijo Spratlen durante el discurso sobre cierre oficial de la base.
La base de Manas fue establecida en diciembre de 2001 por EEUU desde poco después de la invasión de Afganistán de ese año para avituallar a las tropas estadounidenses desplegadas en este país.
En 2010, el presidente kirguís, Almazbek Atambayev, dijo que la base estadounidense debería ser cerrada. Más tarde, el ministro de Exteriores de Kirguistán entregó una nota a EEUU por medio de la cual puso fin al acuerdo sobre actividades en la base el 11 de Julio de 2014.
Según el comandante de la base, John Millard, durante sus más de 12 años de existencia pasaron por la base estadounidense 5,5 millones de militares de la coalición de tropas extranjeras en su viaje hacia Afganistán. Casi el 98% de todas las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) pasaron por ella.
El cierre de la base de Kirguistán se suma al de la base de Karshi-Janabad, conocida como K-2, en Uzbekistán, donde Washington mantuvo una presencia entre los años 2001 y 2005 con el fin también de servir a sus tropas en Afganistán. Las autoridades uzbekas ordenaron a EEUU en ese último año abandonar la base sin ofrecer ninguna razón.
Rusia y China mantuvieron una actitud recelosa hacia la presencia militar norteamericana en Asia Central y algunos observadores vinculan su presión sobre Kirguistán y Uzbekistán a la decisión de estos países centroasiáticos de cerrar ambas instalaciones.