Alrededor de 30 ciudadanos franceses reclutados por bandas extremistas murieron en Siria en combates contra el gobierno del presidente Bashar al Assad.

Alrededor de 30 ciudadanos franceses reclutados por bandas extremistas murieron en Siria en combates contra el gobierno del presidente Bashar al Assad, informaron las autoridades citadas hoy por la prensa local.

Durante una conferencia de prensa con motivo de la cumbre del Grupo de los 7 (G-7) en Bruselas, el presidente François Hollande declaró al respecto que los países de la Unión Europea deben fortalecer su cooperación para luchar contra las redes dedicadas a reclutar jóvenes para enviarlos a combatir en la nación levantina.

Según fuentes oficiales, unos 300 franceses forman parte en estos momentos de las fuerzas mercenarias que intentan derrocar a al Assad, otros 100 están en trayecto y una cantidad similar ya retornaron y son objeto de vigilancia por parte de la policía.

El tema será examinado hoy en Luxemburgo en una reunión de los ministros del Interior de siete países de la Unión Europea (UE).

Los titulares de Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, España, Holanda y Dinamarca analizarán las consecuencias para el bloque continental de la radicalización y preparación militar de numerosos jóvenes por parte de organizaciones extremistas.

El coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, Giller De Kerchove, reconoció que más de 2.000 ciudadanos europeos fueron captados por esas redes y están en territorio sirio o en países vecinos, donde son entrenados e ideologizados.

La semana anterior fue detenido en Marsella un francés que combatió durante un año contra las autoridades legítimas de Damasco, y está considerado como el presunto responsable del ataque contra el Museo Judío de Bruselas, donde murieron cuatro personas.

Según analistas, el discurso agresivo de varios países europeos contra el gobierno de Siria ha sido uno de los factores que llevan a muchos jóvenes a sumarse a las bandas armadas violentas en esa nación.