El portavoz de el Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukshevich, condenó hoy la ofensiva de la organización extremista Estado islámico de Irak y Siria (EIIS).

El portavoz de el Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukshevich, condenó hoy la ofensiva de la organización extremista Estado islámico de Irak y Siria (EIIS), al tiempo que vinculó el actual conflicto con la invasión de 2003 contra territorio iraquí.

Un comunicado publicado en la web del Ministerio reitera la enérgica condena de Moscú al plan terrorista de afianzarse en Iraq, Siria y otros países de la región, y recuerda el nexo de estos hechos con la invasión ordenada por la Casa Blanca hace más de una década.

“Quienes invadieron Iraq hace más de 10 años y siguieron imponiendo su voluntad a los pueblos de la región han contribuido en gran medida a impulsar los procesos de desestabilización, cuyos frutos son evidentes en la práctica totalidad de Oriente Medio”, añade el texto.

Lukashevich se refiere a la evolución de la situación en Siria, Iraq y otros países de la zona y sugiere sacar conclusiones a partir de los hechos acaecidos en los últimos años.

“Es sumamente peligroso e inadmisible coquetear con extremistas de toda índole, aplicar un doble rasero e intervenir, en particular, por vía militar, en los asuntos internos de estados soberanos”, señaló.

“La escalada de violencia en Iraq confirma la actualidad del llamamiento a aunar los esfuerzos del Gobierno y la oposición de Siria para hacer frente a los terroristas.”

Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, afirmó que la situación en Iraq confirma “el fracaso de la aventura que comenzaron principalmente EEUU y el Reino Unido, y que finalmente ha terminado fuera de control.”