Varios países occidentales han comenzado a reevaluar su posición en la crisis siria después del control por parte del grupo terrorista Estado Islámico de Iraq y Siria de varias ciudades iraquíes.
Según informaciones que circulan en los corredores del Ministerio de Exteriores ruso, varios países occidentales han comenzado a reevaluar su posición en la crisis siria después del control por parte del grupo terrorista Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS) de varias ciudades iraquíes.
Las declaraciones de diplomáticos de varios países occidentales permiten ver un cambio en la política hacia Siria después de que haya quedado claro que la amenaza terrorista en ese país ha comenzado a extenderse por toda la región.
Según fuentes del Ministerio de Exteriores ruso, la postura del presidente sirio, Bashar al Assad, se ve ahora apoyada por diversos informes diplomáticos occidentales que advierten a sus gobiernos de la seriedad de la situación en el norte de Iraq y de la posibilidad de que el terrorismo se extienda por Oriente Medio y las naciones árabes y no árabes, lo cual amenaza los intereses de los países occidentales en la región y en su propio territorio.
Según estimaciones occidentales sobre las capacidades del EIIS, éstas últimas han permitido a la organización apoderarse de ciudades enteras, lo que significa que ella dispone ahora de grandes recursos militares y humanos que le permiten controlar una amplia zona situada entre Iraq y Siria.
Estos medios señalan que EEUU está dispuesto a suministrar todas las formas de ayuda al gobierno iraquí para permitirle controlar la situación en el país, lo que significa que los gobiernos occidentales sienten físicamente que sus intereses están amenazados y esto les ha llevado a reevaluar sus anteriores posturas en algunos dossiers de la región.
Uno de los temas afectados por esta crisis son las conversaciones entre Irán y el grupo 5+1 en el tema nuclear, que ambas partes parecen dispuestas a culminar con un acuerdo permanente, pese a la dificultad de lograr avances en la mesa de negociaciones. Los países occidentales comprenden que Irán es una fuerza imprescindible para garantizar la estabilidad en su vecino Iraq.
Círculos rusos señalan que la política occidental de apoyo al terrorismo en Siria no se sostiene a la luz de lo sucedido en Iraq. Moscú advirtió a las capitales occidentales en varias ocasiones sobre los planes de los terroristas de expandirse desde Siria hacia Iraq y otras áreas cercanas, pero Occidente no tomó en serio estas advertencias hasta que se produjeron los hechos recientes en este último país árabe.
Rusia cree también que las actuales políticas occidentales han llevado a una desestabilización de Oriente Medio. Moscú excluye una intervención militar occidental en Iraq aunque es seguro que EEUU y los países europeos incrementarán el apoyo militar y de seguridad a las autoridades iraquíes para que puedan recuperar el control sobre todas las partes de su territorio.
Moscú señala que la reinstauración de la seguridad en la región pasa por eliminar todas las manifestaciones de terrorismo y esto impone una cooperación entre los países occidentales y las autoridades sirias y el fin de la política de dobles raseros en la región.
Al Yumhuriya