Un portavoz del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha señado que él no dimitirá como condición para obtener ayuda estadounidense contra los terroristas del EIIS.
Un portavoz del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha señado que él no dimitirá como condición para obtener ayuda estadounidense contra los terroristas del EIIS que han estado avanzando en el país.
Algunos políticos estadounidenses han presionado a la Casa Blanca para que intente convencer a Maliki, líder de un partido shií al que acusan de llevar a cabo “políticas sectarias”, para que dimita. Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, dijo en una sesión el miércoles que “Maliki tiene que irse si se quiere algún tipo de reconciliación”. El senador McCain dijo, por su parte, que Obama “debe dejar claro a Maliki que su tiempo se ha terminado”.
La Casa Blanca no ha pedido abiertamente que Maliki se vaya, pero su portavoz, Jay Carney, señaló que ya sea Iraq dirigido por Maliki o un sucesor “intentaremos de una forma abrumadora convencer a ese líder de la absoluta necesidad de rechazar un gobierno sectario.”
Por su parte, el portavoz de Maliki, Zuhair al Nahar, dijo el jueves que los países occidentales deberían apoyar la operación militar contra el Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) en lugar de pedir un cambio de gobierno.
Él insistió además de que Maliki “nunca ha utilizado políticas sectarias.”