La cancillería palestina expresó su asombro por la indiferencia internacional ante la tormenta punitiva israelí contra civiles en Cisjordania.
La cancillería palestina expresó su asombro por la indiferencia internacional ante la tormenta punitiva israelí contra civiles en Cisjordania, poco antes de conocerse hoy la muerte de otros dos hombres a manos de las tropas ocupantes.
De acuerdo con cifras oficiales, cinco hombres, uno de ellos un anciano y un niño, han muerto desde el inicio de una operación de castigo masiva lanzada por Israel en Cisjordania tras la desaparición de tres colonos de uno de los asentamientos ilegales sionistas en Cisjordania
El ministro de Exteriores palestino, Riyad Malki, expresó su “incredulidad por el silencio internacional sobre la actual agresión y los crímenes de Israel contra las vidas de la población y su existencia en su propia tierra.”
Los asesinatos, heridas y detenciones y las incursiones y los bloqueos de las fuerzas israelíes contra la población palestina equivalen a crímenes de guerra que no sólo deben ser condenados, sino “que los depredadores deben ser responsabilizados por sus violaciones de la ley internacional.”
Israel utiliza la desaparición de los tres colonos en un área que está controlada por sus tropas “como pretexto para cometer estos crímenes que evidencian la horrenda cara de los políticos y militares ocupantes”, señala el texto, difundido por la agencia WAFA. Las autoridades palestinas condenaron el supuesto rapto de los tres desaparecidos al mismo tiempo que la oleada represiva y desestimaron una declaración del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, que responsabiliza al presidente Mahmoud Abbas del hecho.
La oleada represiva coincidió con una huelga de hambre masiva de cerca de 200 palestinos presos en cárceles israelíes que exigen conocer los cargos que se les imputan y ser presentados ante los tribunales con asesoría jurídica.
Casi 80 de los detenidos en los últimos días fueron excarcelados durante un canje en 2011, con el patrocinio del gobierno de Egipto, por un soldado israelí que permaneció cinco años en poder de una organización palestina.
El castigo colectivo en Cisjordania sigue también a la ira israelí por la formación a principios de este mes de un Gobierno de unidad nacional tras la reconciliación de Al Fatah, la más numerosa de las organizaciones palestinas, y el movimiento islamista Hamas.