Según han dicho fuentes de la seguridad jordana al sitio Arabic Press, elementos de la seguridad jordana han arrestado a 350 militantes de la organización Estado Islámico (Daash) en árabe.
Según han dicho fuentes de la seguridad jordana al sitio Arabic Press, elementos de la seguridad jordana han arrestado a 350 militantes de la organización Estado Islámico (Daash) en árabe en la ciudad de Maan, al sur del país, señalaron medios jordanos.
Esta campaña se complementa con el despliegue de tropas jordanas a lo largo de la frontera con Iraq, con el fin de impedir la entrada en su territorio de los militantes procedentes de Iraq.
Los expertos consideran al reino jordano como un ambiente fértil para la expansión del EI debido a la existencia de un amplio colectivo salafista en el país.
La ciudad de Maan es un punto importante de apoyo al salafismo yihadista. Por todo ello, Maan ha sido llamada por algunos medios la “Kandahar del Levante”, en referencia al feudo de los talibanes en el este de Afganistán. Cabe señalar que la provincia del mismo nombre es la mayor de Jordania. Se trata de una zona montañosa y desértica con picos de entre 1.500 y 1.800 metros sobre el nivel del mar.
La situación social es complicada, con altos índices de pobrez y desempleo, lo cual ha obligado a muchos residentes a entrar en actividades ilegales como el contrabando y el tráfico de armas para asegurar su sustento. La situación ha empeorado en los últimos años debido a la caída de las ofertas de empleo en Arabia Saudí y el declive del sector del transporte. Ambos sectores fueron los responsables del desarrollo económico de la ciudad en los años setenta y ochenta.
Las autoridades jordanas han calificado de “contrabandistas y traficantes de drogas y armas” a los que protagonizaron hace varias semanas choques con las fuerzas de seguridad. Sin embargo, lo cierto es que las autoridades jordanas y el movimiento salafista de la ciudad mantienen un pulso desde hace años hasta el punto que este último acusó a las autoridades jordanas de estar detrás de las protestas en la ciudad con el fin de tener un pretexto para justificar las campañas de seguridad y el uso de la fuerza.
Los expertos hablan de que los factores económicos y otros de tipo político han contribuido a convertir la ciudad en un foco de oposición al régimen. Uno de estos últimos es el regreso de jordanos que habían luchado en Afganistán tras la ocupación de ese país por fuerzas internacionales en 2001. El otro es la llegada de combatientes jordanos que han participado la guerra de Siria en las filas de movimientos radicales.
Las autoridades temen ahora la influencia del EI en el país y en especialmente en Maan, donde recientemente se han producido manifestaciones en favor de dicho grupo después de que este último llevara a cabo un gran avance por las regiones del norte de Iraq.
Según los expertos, la tendencia natural del EI será expandirse hacia el sur, quizás con la intención de acceder a algún puerto de mar, y esto hace probable un avance hacia Jordania, Kuwait o Arabia Saudí. Jordania cuenta con un ejército y fuerzas de seguridad eficaces, pero también es cierto que carece de minorías religiosas importantes, que en países como Siria e Iraq han jugado un papel importante en la lucha contra la expansión del radicalismo takfiri.
En este sentido, es posible que Jordania se vea ahora en la necesidad de establecer una colaboración con sus vecinos, en especial con Siria, para intentar fortalecer su seguridad. Esto supondría un giro notable en la política de Jordania, teniendo en cuenta que este país jugó el papel de plataforma para las actividades de grupos armados anti-sirios en los últimos tres años.