23-11-2024 05:42 PM Tiempo de Jerusalén

Nueva protesta contra la Copa del Mundo en Río de Janeiro

Nueva protesta contra la Copa del Mundo en Río de Janeiro

Manifestantes brasileños han llevado a cabo una nueva protesta ante la sede de la FIFA en Río de Janeiro en contra de los costes generados por la Copa Mundial de este año.

Manifestantes brasileños han llevado a cabo una nueva protesta ante la sede de la FIFA en Río de Janeiro en contra de los costes generados por la Copa Mundial de este año.

La protesta estuvo organizada por la asociación Rio da Paz (Río de Paz) y fue celebrada delante del Hotel Copacabana Palace, donde la FIFA tiene sus oficinas.

El grupo colocó 12 maniquíes con los ojos vendados y que llevaban camisetas de la selección brasileña en la playa de Copacabana con el mensaje: “La gente no está ciega.”

“Conocemos el precio que este país ha tenido que pagar para organizar la Copa del Mundo y sabemos cuanto se está beneficiando la FIFA y qué poco se está invirtiendo en Brasil”, dijo un manifestante.

El grupo señaló que 11.000 millones de dólares han sido gastados para organizar la Copa Mundial.

La manifestación terminó con el entierro de varios balones de fútbol pintados de rojo en la arena en memoria de las personas fallecidas por la falta de una asistencia sanitaria adecuada en Brasil.

Brasil ha vivido protestas casi diarias y huelgas motivadas por los elevados gastos del evento. Los críticos señalan que el dinero debería haber sido invertido en sanidad, educación, transportes y vivienda. Ellos acusan también al gobierno brasileño de corrupción en los acuerdos relativos a las infraestructuras del Mundial y los próximos Juegos Olímpicos.

La presidenta de Brasil, Dilma Roussef enfatizó, sin embargo, que las inversiones en estadios, aeropuertos y otras infraestructuras proporcionarán beneficios al país a largo plazo.

La creciente inflación y el estancamiento económico han dañado la imagen del país, que posee la mayor economía de América Latina. El Banco Mundial dijo en 2012 que casi el 16% de los 200 millones de habitantes del país vive bajo el umbral de la pobreza.