Los recientes avances del Ejército sirio en Alepo y el territorio que se extiende al norte de la ciudad han puesto a las fuerzas gubernamentales sirias en una posición ventajosa en muchos terrenos.
Los recientes avances del Ejército sirio en Alepo y el territorio que se extiende al norte de la ciudad han puesto a las fuerzas gubernamentales sirias en una posición ventajosa en muchos terrenos. En primer lugar, ellos proporcionan una ruta hacia el interior de los barrios ocupados por los militantes al este de la ciudad e impiden, al mismo tiempo, la posibilidad de ofensivas como la llevada a cabo en marzo pasado por los grupos armados contra los barrios de ciudad bajo control gubernamental, coincidiendo con su operación Anfal en el norte de Latakia.
Fuentes militares sirias han señalado que el Ejército no descansará hasta la total liberación de la ciudad de Alepo y la eliminación de los terroristas que en ella se encuentran. Estas fuentes recuerdan la muerte de cientos de militantes en Alepo y su provincia en el pasado mes. “Nuestro objetivo es cercar completamente a los terroristas, reforzar el anillo alrededor de las áreas que ocupan y cortar sus suministros,” dijeron las fuentes. “Buscamos liberar a los ciudadanos que viven en los barrios del este de la pesadilla del terrorismo.”
Estas fuentes no excluyen una solución como la de Homs, es decir un pacto que lleve al abandono de los terroristas de Alepo dejando atrás su armamento. Ha habido algunas propuestas de los militantes para abandonar la ciudad pero conservando sus armas pesadas y medias. Sin embargo, esto es inaceptable para el Ejército.
Los grupos armados del este de Alepo son conscientes de la imposibilidad de resistir a largo plazo. Según fuentes militares, una defensa efectiva de dichos barrios requeriría al menos 20.000 combatientes, pero los grupos armados tienen desplegados allí de menos de la mitad de ese número. El cerco debilitará también su armamento y reducirá el número de municiones disponibles.
Los recientes avances del grupo Estado Islámico en la provincia de Alepo tras sus victorias sobre los grupos rivales es otro factor a tener en cuenta y podría llevar a algunos de los promotores de los grupos armados a reconsiderar su actitud de apoyo a los mismos dado que ellos son incapaces de frenar al EI y sólo el Ejército sirio puede hacerlo.
La política de cerco en Alepo irá acompañada también de una estrategia dirigida al cierre progresivo de la frontera turca y a la recuperación del control de las áreas fronterizas por parte del Ejército sirio siguiendo el modelo de la campaña militar en la región de Qalamún, que llevó al cierre de la frontera libanesa al paso de combatientes y armas.
El cierre de la frontera turca tendría, de este modo, un reflejo positivo en las batallas que tienen lugar en el interior de Siria al cortar las arterias de abastecimiento de dichos grupos. Es por ello que el Ejército ha estado desplazando gran número de unidades y efectivos hacia el norte del país en orden a lograr dicho objetivo. Su consecución sería un paso decisivo para poner fin a años de guerra y conspiración contra Siria por parte de las fuerzas más oscuras del mundo.