Cientos de kuwaitíes se manifestaron el viernes en demanda de una monarquía constitucional y un gobierno electo tras el llamamiento de jóvenes activistas en favor de reformas radicales.
Cientos de kuwaitíes se manifestaron el viernes en demanda de una monarquía constitucional y un gobierno electo tras el llamamiento de jóvenes activistas en favor de reformas radicales.
“El pueblo quiere la caída del primer ministro” -el jeque Nasser Mohammad Al-Ahmad Al-Sabah, un sobrino del emir-, corearon los manifestantes, en su mayoría jóvenes, durante esta protesta, bautizada con el nombre de “la Jornada del Pueblo”.
Los manifestantes exigieron el nombramiento de un primer ministro que no pertenezca a la familia gobernante de los Al-Sabah, la disolución del Parlamento, la renuncia del gobierno y la celebración de elecciones anticipadas a la vez que denunciaron la corrupción en todos los niveles del emirato petrolero.
La fiscalía inició la semana pasada una investigación sobre las cuentas bancarias de al menos nueve de los 50 miembros de la Asamblea por disponer de depósitos supuestamente ilegales. Los medios de comunicación y los diputados de la oposición afirman que los fondos, estimados en unos 350 millones de dólares, fueron entregados a los parlamentarios a cambio de su voto en varios asuntos clave.
Kuwait había evitado hasta ahora el contagio de las revoluciones árabes, pero en junio, los jóvenes kuwaitíes se manifestaron ya durante tres viernes consecutivos para exigir la dimisión del primer ministro, al que reprochan su mala gestión de los asuntos públicos.
País miembro de la OPEP, Kuwait fue la primera monarquía del Golfo que introdujo medidas democratizadoras en 1962. Sin embargo, la familia Al-Sabah, que ha gobernado el país durante más de 250 años, sigue detentando el poder y controlando los puestos más importantes del gobierno.
Kuwait se vio sacudido por una serie de crisis políticas a partir del nombramiento en 2006 de Sheij Nasser como primer ministro. Desde entonces, seis gobiernos han renunciado y el Parlamento ha sido disuelto en tres ocasiones.