La mitad de los militantes apoyados desde el extranjero en la provincia norteña de Alepo han abandonado la lucha en el campo de batalla al verse decepcionados por las perspectivas de su campaña.

La mitad de los militantes apoyados desde el extranjero en la provincia norteña de Alepo han abandonado la lucha en el campo de batalla al verse decepcionados por las perspectivas de su campaña contra el gobierno.

En un reportaje publicado el viernes, Los Angeles Times citó a Samir Zaitun, un comandante de la Brigada Al Tauhid, que dijo que casi la mitad de los militantes de Alepo han abandonado la lucha en este último año.

“Mucha gente se fue porque esto se prolongaba demasiado tiempo. Ellos pensaban que iba a ser cuestión de dos gritos, unos pocos disparos y todo habría acabado”, dijo Zaitun.

Uno de estos combatientes es Emad Faas, que tras dos años de lucha ha dejado las armas y ha abierto una tienda para atender a su familia. Esta decisión la tomó cuando su esposa cayó enferma y él no tenía dinero ni nada para vender.

Él fue a ver al jefe de su milicia y le pidió dinero. Sin embargo, éste lo despidió sin darla nada. Lo primero que hizo Faas entonces fue devolverle su Kalashnikov.

Faas forma parte de los miles de exhaustos y desilusionados rebeldes sirios que han dejado la lucha armada para reincorporarse a la sociedad civil.

Ellos ahora albergan un sentimiento de fracaso y amargura y consideran que el conflicto no ha traído más que destrucción y pérdidas.

“Es mejor para mí continuar mi educación y mi futuro”, dijo Salaah, un antiguo combatiente rebelde que no quiso dar su nombre. “Estos años fueron perdidos para nuestras vidas”.