La tasa de civiles palestinos muertos ha alcanzado los 529, en su gran mayoría civiles, en un momento en el que el Ejército israelí continúa atacando a la población palestina en Gaza.
La tasa de civiles palestinos muertos ha alcanzado los 529, en su gran mayoría civiles, en un momento en el que el Ejército israelí continúa atacando a la población palestina en Gaza.
El domingo, el Ejército israelí bombardeó el distrito de Shuyayah, al este de Gaza, matando a 70 personas, dijo una fuente médica. En total, 150 palestinos murieron el domingo, que fue el día más sangriento de la agresión israelí.
Nasser Tattar, director del Hospital Shifa, dijo a Reuters que al menos 400 personas resultaron heridas en los bombardeos israelíes.
Los servicios de emergencia citaron al portavoz de los servicios sanitarios, Ashraf al Qudra, que dijo que al menos 20 cadáveres habían sido recuperados del distrito, mientras que muchos otros seguían tendidos en las calles porque el fuego de los israelíes impedía su evacuación.
Muchos civiles huyeron del lugar y describieron una noche de terror mientras que los israelíes bombardeaban sus hogares, sin electricidad.
Ellos pidieron ambulancias, pero éstas no pudieron pasar bajo el incesante fuego.
28 miembros de una familia muertos por una bomba
El lunes tuvo lugar una nueva masacre cuando los israelíes mataron a 28 personas de una misma familia, la de Abu Jamea, cerca de la frontera de Gaza con Egipto, señalaron fuentes médicas. Ellos fallecieron al ser alcanzada su vivienda por una bomba.
En el sur también, tanques israelíes abrieron fuego matando a 10 personas, incluyendo una niña de nueve meses, Kidra.
Entretanto, varias explosiones sacudieron el norte de la Franja mientras que los residentes informaron de más ataques contra el distrito de Shuyayah y otro adyacente de Zeitun.
Los residentes locales afirmaron asimismo que hubo un fuerte bombardeo de artillería en Beit Hanun, también al norte de la Franja.
“Parece que se va a producir una nueva masacre en Beit Hanun. Ellos nos han expulsado de nuestras casas con sus bombardeos. Nos llevamos a los niños y huimos”, dijo Abu Ahmed, que quiso dar su nombre completo por temor a las represalias israelíes.
“Fue una noche de horror”, manifestó Ahmed a Reuters.