“A vosotros, la tela de araña, a los sionistas, os digo que habéis entrado ya en el ciclo de la derrota. Tened cuidado de que no entréis en el del suicidio y la derrota final.”
“A vosotros, la tela de araña, a los sionistas, os digo que habéis entrado ya en el ciclo de la derrota. Tened cuidado de que no entréis en el del suicidio y la derrota final.”
Ésta es la alocución que el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dirigió al enemigo sionista, en un momento en el que la agresión israelí contra la Franja de Gaza entraba en su 18º día. Él pronunció un discurso con ocasión de la conmemoración del Día mundial de Al Quds en el que abordó aspectos de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza. Sayyed Nasralá participó en persona en la ceremonia organizada en el complejo de Sayyed al Shuhada, en el Suburbio del Sur de Beirut, con motivo de esta ocasión.
Sayyed Nasralá se refirió por primera vez a la entidad sionista como una “tela de araña” durante su discurso pronunciado al día siguiente de la retirada israelí del Sur del Líbano en el año 2000 para designar la vulnerabilidad de la entidad sionista frente a los resistentes libaneses. Él dijo entonces que los países árabes no han tenido nunca la voluntad de combatir a Israel, ya que, en caso contrario, habrían destruido al régimen sionista ya hace mucho tiempo.
Las ideas esenciales del discurso
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
Me gustaría ante todo saludaros a todos y agradeceros por vuestra presencia a pesar de las amenazas de seguridad que han estado planeando durante el mes de Ramadán, lo cual nos ha llevado a anular todas las ceremonias de iftar (ruptura del ayuno).
Sin embargo, los acontecimientos de Gaza y la especificidad del Día de Al Quds nos han impuesto encontrarnos hoy en este lugar donde honramos a nuestros mártires, recibimos a nuestros prisioneros, celebramos nuestras victorias y expresamos nuestras posturas.
Al principio me gustaría expresar mis condolencias y mi profunda tristeza a las familias libanesas que han perdido a sus seres queridos en el accidente del avión argelino.
Quiero dirigir también nuestros saludos a los espíritus de los mártires de Gaza y a sus heridos, sus combatientes y su pueblo resistente.
En este día que coincide con la conmemoración de la Guerra de Julio de 2006 en el Líbano estamos con vuestros mártires, vuestros heridos y vuestro pueblo, sin los cuales este milagro nunca habría podido producirse.
Causa central a pesar de todo
Este día mundial de Al Quds fue proclamado por el Imam Jomeini y luego confirmado por el Imam Jamenei para recordanos la causa central del mundo islámico y para que Al Quds y Palestina continúen vivos en nuestra memoria, en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestra acción, en nuestra cultura y en nuestra vida cotidiana.
Y si el Imam escogió el día del viernes fue para asegurar el carácter sagrado de la causa, su lado humanitario y su lado divino.
La importancia de esta proclamación se confirma más que nunca en estos días.
Cuando vemos el estado actual de nuestra nación, tomamos conciencia de la importancia de la proclamación de este día.
Desde que los sionistas ocuparon Palestina y se extendieron hacia otros países árabes, su principal preocupación y el objetivo por el que no cesan de trabajar es la liquidación de la causa palestina. Ellos intentan hacer creer que Palestina nunca existió ni tampoco el pueblo palestino y que Al Quds ha sido siempre la capital eterna del Estado judío.
Ellos nunca han tenido la intención de restituir ni un solo trozo de la tierra de Palestina ni permitir el retorno de un solo refugiado. Esto explica el consenso de los israelíes sobre el estatus de Al Quds.
Ellos saben que una causa tan importante, una tierra tan sagrada y un pueblo tan digno no pueden ser eliminados en uno o dos años o en una o dos generaciones.
Un plan a largo plazo
Ésta es la razón por la que han puesto en marcha un plan a largo plazo.
Cada uno de nosotros puede analizar los hechos ocurridos desde 1948 y descubrir los detalles de este plan para liquidar la causa palestina, este sueño que nunca han dejado de acariciar los sionistas, los estadounidenses y algunos países occidentales.
Teniendo en cuenta la extensión del mundo árabe, los occidentales y los sionistas suponían que los palestinos podrían ser naturalizados en los países de su entorno árabe.
Este peligro persiste hasta hoy día y amenaza a los refugiados palestinos.
Entre los medios que han sido utilizados a título de ejemplo, han estado los intentos de crear otras causas centrales para cada uno de estos pueblos con el fin de hacerles olvidar el carácter central de la causa palestina. Y ellos han logrado hacerlo en gran medida.
Nuestro enemigo sólo ha fracasado cuando nosotros hemos hecho que fracase.
En segundo lugar, ellos buscan crear también nuevos enemigos para la nación y actúan para que ella sea destruida físicamente, moralmente, psicológicamente y materialmente.
En tercer lugar, ellos obran para aislar el pueblo palestino de su entorno a todos los niveles. Ellos atizan los conflictos entre los palestinos y los pueblos de los países donde se hallan refugiados.
El fin es lograr que los países árabes lleguen a un estadio en el que ya no tengan ningún interés por Palestina.
En el Líbano también se ha hecho mucho trabajo en este sentido. Cuando, por ejemplo, un atacante suicida (que debía hacerse explotar en el Suburbio del Sur) fue escogido entre los palestinos, se trató de un hecho premeditado para sembrar cizaña o provocar una repulsa en contra de los palestinos.
Éstos no son detalles menores, sino que forman parte de los planes urdidos en las cámaras secretas para provocar guerras, masacres y conflictos en el seno de los palestinos y para que ellos se desesperen y acaben por aceptar los compromisos que les son ofrecidos.
La causa palestina más que nunca
A pesar de todos estos complots y desafíos, la causa palestina se impone en la región y el mundo entero -y la prueba es lo que ocurre en estos días- por varias razones, la más importante de las cuales es el propio pueblo palestino.
Hay tambien una resistencia de ciertos países de la región, incluyendo, entre otros, Siria, que se niega a unirse a los compromisos. Hay que destacar también la victoria de la Revolución Islámica de Irán, que ha adoptado, en cuerpo y alma, la causa palestina. Cabe destacar además la presencia de los movimientos de resistencia en la región, que se enfrentan a los proyectos estadounidenses e israelíes.
El factor más importante es el propio pueblo palestino, que persiste y persevera en su lucha por la libertad a pesar de todos los medios que se han empleado para someterle, hacerle perder la esperanza y abatirle. Él nunca ha olvidado, sin embargo, esta llave (de sus hogares) que ha sido transmitida de generación en generación. El pueblo palestino en Palestina, en los campos de refugiados y en la diáspora -y a pesar de los intentos de seducción, como las ofertas de emigración a Canadá, Australia o Europa, que buscan dispersar a los palestinos- está firmemente vinculado a su tierra y se niega a someterse.
La opción de la resistencia y la lucha para recobrar los derechos ha cristalizado desde el principio, desde 1948 y 1967, y ha recibido el apoyo de todas las facciones de la resistencia palestina, con independencia de su ideología.
Cuando hablamos de un plan a largo plazo elaborado por los sionistas y los occidentales, hacer falta recordar que aquel han sido apoyado por varios regímenes árabes, cuyos tronos son tributarios de la entidad sionista y lo han sido siempre.
Destrucción metódica
Atravesamos en la actualidad, una de las fases más graves desde la usurpación de Palestina y la razón es la destrucción metódica que está siendo ejecutada contra los países árabes y musulmanes. Esto comenzó por las revoluciones populares sinceras, pero algunos se subieron a la ola y las han dirigido como les pareció.
Lo que sucede es una destrucción metódica de estados, ejércitos y pueblos de la región con el objetivo de dislocarlos psicológicamente, materialmente y moralmente.
Así por ejemplo, lo que pasa en Siria en particular, viene determinado por el hecho de que ella ha sido y continuará siendo siempre la muralla invencible que contrarresta el proyecto sionista y el apoyo indefectible a la resistencia y a la causa palestina. Esto explica la amplitud de la guerra llevada a cabo contra ella.
Hoy vemos que, en el nombre de la sagrada religión del Islam, decenas de miles de familias han sido expulsadas por el así llamado Estado Islámico y que sus iglesias han sido destruidas. Lo mismo ocurre con los musulmanes sunníes que no están de acuerdo con el EI. Ellos son degollados como también ocurre con los shiíes, todos los shiíes.
Nosotros, en tanto que musulmanes y movimiento islámico, debemos denunciar que los creyentes y los musulmanes están sufriendo en Iraq y también la destrucción de mausoleos de los profetas, como los de Yunus (Jonas) y Daniel.
Preludio a la destrucción de Al Aqsa
Temo que estas escenas de destrucción de iglesias, de lugares de culto y mausoleos sean el preludio a la destrucción de la Mezquita de Al Aqsa. El pretexto está listo: dado que los musulmanes del “califato” se permiten destruirlos ¿por qué los judíos no osarían hacer lo mismo con Al Aqsa?
Hoy en día, nuestra nación está en la peor de las situaciones y la causa palestina es la primera en ser atacada.
Sin embargo, nuestra causa central seguirá siendo la causa palestina y debemos saber qué posición adoptar y distinguir entre lo verdadero y lo falso. Es el tiempo de dejar atrás las divisiones internas en el seno de la nación y hemos de saber lo que debemos hacer. Éste es nuestro principal desafío.
Es en este contexto que se produce la guerra israelí contra la Franja de Gaza, como sucedió en el verano de 2006 contra el Líbano y en 2008 contra la misma Gaza.
Ellos tienen los mismos objetivos: desarmar a la resistencia y lograr la sumisión de los pueblos de la región a Israel, pero los resultados que han cosechado han sido distintos a los que esperaban.
Un pretexto para la guerra y no su causa
Nosotros en el Líbano podemos comprender perfectamente lo que pasa en Gaza porque sufrimos lo mismo en 2006. Hay muchas similitudes.
Hay que decir, por ejemplo, que el secuestro de tres colonos israelíes no ha sido más que un pretexto para la guerra y no la causa de la misma. Al igual que ocurrió en 2006 con la captura de tres militares israelíes, se trató de un pretexto.
Dado que Gaza está rodeada, Israel cree que ha llegado el momento de someterla, como ellos quisieron hacer en 2006 con el Líbano, para dar nacimiento al nuevo Oriente Medio al que se refirió (la entonces secretaria de Estado de EEUU Condoleeza) Rice. Los israelíes explotaron el tema de la muerte de los tres colonos, cuyos autores no son todavía conocidos, culpando a los movimientos de resistencia palestina de la misma para tener un pretexto para lanzar esta guerra en este momento.
Desde entonces, hay ataques aéreos, bombardeos de artillería y de las fragatas, masacres contra los civiles y una destrucción de viviendas, mezquitas e iglesias, seguidos de una operación terrestre y todo ello en medio de un silencio cómplice de una parte de la comunidad internacional. EEUU y los occidentales apoyan y encubren esta guerra con la complicidad de algunos regímenes árabes e imputan a la resistencia la responsabilidad por los ataques israelíes con el fin de librar al enemigo de su culpa por las masacres y crímenes que comete.
Enfrente, vemos esta paciencia extraordinaria de parte de los palestinos, que continúan más unidos que nunca a su resistencia. Vemos los logros de la resistencia y su perseverancia frente al complot internacional. Sin embargo, a fin de cuentas lo que va a determinar su posición son tres cosas: los combates sobre el terreno, la resistencia popular y la perseverancia política.
El bajo listón de los objetivos israelíes
A la luz de las lecciones extraídas de la Guerra de 2006 podemos constatar varias cosas:
En primer lugar, en 2006 los israelíes fijaron desde el principio unos objetivos muy altos, pero tuvieron que bajar el listón a medida que la guerra transcurría. A pesar de las peticiones de ciertos regímenes árabes que pidieron a Israel que terminara de una vez con todas con la resistencia, la entidad sionista no pudo continuar con su guerra y pidió ayuda a los norteamericanos. Y cuando los estadounidenses deciden, todos siguen sus pasos.
En la guerra en curso, lo que buscan los norteamericanos y ciertos regímenes árabes es poner fin a la resistencia, a su armamento y a su voluntad de resistir, y no se trata sólo de Hamas y el Yihad Islámico. Toda la resistencia está en el punto de mira y en sus diversas manifestaciones: militar, cultural y artística; todos los túneles, todos los cohetes, todos los kalashnikov, incluso hasta la sangre de la resistencia que fluye por las venas de cada palestino.
Yo digo hoy que la esperanza que se presenta ante los palestinos es que los israelíes se encuentran ahora en una situación en la que éstos ya no pueden continuar y necesitan la ayuda de los norteamericanos.
Ningún objetivo realizado
Hoy digo que la resistencia ha triunfado a la vista de la lógica. Cuando estamos ya en el día 18, vemos que los israelíes no han logrado alcanzar ni un solo objetivo en Gaza. Esto quiere decir que la resistencia ha ganado. Y yo digo que la resistencia es capaz de alcanzar la victoria en Gaza y que vencerá.
Debemos tener hoy en la mente varias consideraciones. Una es que la batalla es librada entre dos antagonistas.
Uno de ellos, los israelíes, disponen de uno de los ejércitos más potentes del mundo, que ha perfeccionado sus conocimientos a la luz de los consejos presentados por las comisiones de investigación creadas tras las últimas guerras (como la Comisión Vinograd y otras). Este ejército no ha cesado de realizar maniobras en estos últimos años y se jacta de haber perfeccionado su trabajo de inteligencia.
Enfrente tenemos al otro protagonista: un enclave minúsculo y cercado.
A pesar de estos hechos, vemos la derrota israelí y los logros de la resistencia.
Los 6 fracasos israelíes
Del lado israelí, la confusión es muy fuerte en cuanto a la determinación de los objetivos dado que ellos tienen miedo desde el principio a la derrota y no quieren cometer los mismos errores que en 2006. Los israelíes no han fijado sus objetivos claramente sino que han expresado algunos muy modestos para declarar la victoria cuando sean conseguidos, Sin embargo, no han dado a conocer los objetivos ocultos, que son mucho más importantes.
El segundo fracaso israelí tiene que ver con la información de que disponían con respecto a las capacidades de la resistencia: su arsenal, sus depósitos, el número de cohetes y su potencia, las redes de túneles y otros. Los servicios de inteligencia israelíes fueron incapaces de adquirir estas informaciones.
El tercer fracaso israelí es que el Ejército del aire ha sido incapaz de decidir la batalla.
Esto es tan importante para los palestinos como para el Líbano. Los medios israelís han hablado a menudo de la tercera guerra del Líbano, es decir, la próxima guerra. Los medios intentan adivinar las lecciones que nosotros hemos extraído de la guerra de 2006.
Desde hace algunos meses, ha aparecido un nuevo comandante del Ejército del Aire israelí y parece que él no conoce muy bien las reglas del juego y, así, manifestó que la Fuerza Aérea israelí puede poner fin a la batalla en el Líbano en 24 horas y en la Franja de Gaza en 12 horas. Estamos ahora en el día 18 y Gaza está rodeada y no han logrado nada.
En cuarto lugar, hay que constatar el fracaso de los israelíes de destruir el sistema de mando de la resistencia. Ellos se inventan comandantes que dicen haber matado, pero se demuestra posteriormente que todo ello era falso.
En quinto lugar, ellos han fracasado en lo que se refiere a detener los disparos de los cohetes y misiles a pesar de sus drones, que controlan el espacio aéreo de Gaza.
En sexto lugar, ha habido un fracaso de la operación terrestre.
Yo quiero destacar aquí que un analista israelí ha dicho: “Nuestro Ejército ha fracasado y Hamas y el Yihad han resistido y han matado a la columna vertebral de nuestra fuerza”, en alusión a la Brigada Golani.
Este temor a entrar en una guerra terrestre lo hemos visto en las mentes de los dirigentes israelíes. Eso es por lo que ellos han recurrido desde el principio a matar a civiles y niños, es decir, el medio popular de la resistencia, como hicieron también en el Líbano con la esperanza que los libaneses se levantaran contra la resistencia, pero fue gracias a vosotros que sus intentos se saldaron con un total fracaso.
Ellos repiten esta experiencia en la Franja de Gaza con el fin de imponer a los palestinos cualquier condición que quieran para el cese el fuego.
Un ejército de asesinos de niños
El ejército israelí no es un ejército de combatientes sino de asesinos de niños, como lo ha sido siempre.
Después de la primera guerra del Líbano en 2000, el primer ministro israelí, Ehud Barak, dijo una pequeña frase que se ha estrellado hoy en la puerta de Gaza: toda futura guerra llevada a cabo por Israel será rápida, decisiva y claramente victoriosa.
Y Gaza le dice hoy: estáis como habéis estado siempre. No sabéis combatir más que detrás de vuestras barricadas y con vuestros aviones.
No sois más que viles cobardes y asesinos de niños.
Cuando os enfrentáis a nuestros combatientes, no podéis hacer nada y menos alcanzar una victoria rápida, decisiva o clara.
Simbiosis entre población y resistencia
En contraste, los objetivos de la resistencia son claros: suspender definitivamente el bloqueo.
Estamos haciendo frente a una simbiosis entre resistencia y población palestina mientras se produce una continuación en los combates. Los disparos de cohetes prosiguen a pesar de los bombardeos israelíes. Por primera vez, los cohetes atraviesan distancias muy grandes y llegan a lugares jamás alcanzados.
La primera vez de los cohetes alcanzan toda Palestina
Es la primera vez que son lanzados cohetes desde Palestina que alcanzan la totalidad de la superficie palestina.
Hay una gran confianza en Dios y en la resistencia, una resistencia popular. Hasta el momento presente, la población apoya a la resistencia y rechaza las enormes presiones internacionales y regionales. El mando de la resistencia rechaza un simple cese el fuego mientras que los israelíes sólo quieren eso.
A través de estos tres medios, el combate, la resistencia popular y la perseverancia política, será impuesta una nueva ecuación al enemigo. No será fácil, por supuesto, para Netanyahu admitir una victoria de los palestinos, ni tampoco para algunos regímenes árabes: algunos se pondrán en contacto con él para pedirle que golpee a los palestinos más fuerte, pero a fin de cuentas los israelíes tienen sus propios intereses y van a acabar por pedir a los norteamericanos que encuentren una salida a este impasse.
Gaza por encima de todo
¿Cuál es nuestra responsabilidad con respecto a este acontecimiento importante?
En primer lugar, es necesario dejar de lado nuestras divergencias y abordar la cuestión de Gaza como la de un pueblo, una resistencia y una causa justa. No puede haber ambigüedad ni confusión.
Gaza a través de su sangre, su resistencia y su heroísmo debe estar por encima de todas las consideraciones y de todas las sensibilidades.
Desgraciadamente, algunos medios árabes han culpado a la resistencia y algunos han expresado incluso una simpatía hacia los israelíes. Resulta vergonzoso que un árabe compadezca en una cadena árabe a los soldados israelíes. Que aquel que no quiera simpatizar con los palestinos mejor se calle para ahorrar a la nación esta vergüenza.
Yo llamo a los gobiernos árabes e islámicos a adoptar una postura en favor de la suspensión del bloqueo de Gaza y a proteger al mando político de la resistencia frente a las presiones que intentan imponerle un cese el fuego sin objetivos.
El bloqueo es, en realidad, una muerte cotidiana.
Yo llamo a que se preste un apoyo político, mediático y material, y también militar, a la resistencia palestina.
Hezbolá siempre con los palestinos
Hay que recordar que, a pesar de todas las ofertas recibidas en otro sentido, Irán, Siria y la Resistencia en el Líbano, y sobre todo Hezbolá, no han dejado nunca de apoyar a la Resistencia palestina, a todas sus facciones y en todos los caampos.
Hoy en día, algunos no hacen nada útil por los palestinos, salvo realizar ofertas que carecen de utilidad. No quiero entrar en estos debates. Pero basta diseñar unas tablas para comparar entre lo que el eje de la resistencia ha ofrecido a la Resistencia palestina y lo que los otros le han ofrecido. Y eso a pesar de todas las cargas soportadas, las amenazas sufridas y las secuelas que han resultado.
Nosotros en Hezbolá hemos estado y continuaremos estando al lado del pueblo palestino y de su resistencia, de todas sus facciones sin excepción. Nosotros en Hezbolá no seremos nunca avaros con respecto a todos los tipos de asistencia que podamos ofrecer.
Nosotros sentimos que somos los socios de esta resistencia. Su victoria es la nuestra y su derrota también.
Seguimos en los mínimos detalles las etapas de la guerra contra la Franja de Gaza así como su evolución política y militar y decimos a nuestros hermanos: “Estamos con vosotros y haremos todo lo que tengamos que hacer”.
En lo que se refiere a la tela de araña, a los sionistas, les digo: “A vosotros, la tela de araña, a los sionistas, os digo que habéis entrado ya en el ciclo de la derrota. Tened cuidado de que no entréis en el del suicidio y la derrota final”.