La pasada noche, Israel anunció el fin de las 24 horas de extensión del “cese el fuego humanitario” en la Franja de Gaza y reanudó el bombardeo a gran escala sobre las áreas civiles.
La pasada noche, Israel anunció el fin de las 24 horas de extensión del “cese el fuego humanitario” en la Franja de Gaza y reanudó el bombardeo a gran escala sobre las áreas civiles en un momento en el que el mundo musulmán celebraba la fiesta del Eid el Fitr (fin del ayuno de Ramadán).
Los bombardeos han causado hasta el momento la muerte de 1.139 palestinos, la inmensa mayoría de ellos civiles y el 24% de los mismos niños. El número de heridos supera los 6.000. En el lado israelí, la tasa de muertos ha alcanzado los 45, de ellos 42 militares. Al mismo tiempo, los bombardeos han causado un desastre humanitario y más de 1,2 millones de habitantes en Gaza carecen de agua potable tras los bombardeos de depósitos de agua e instalaciones.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha asegurado que proseguirá su campaña de bombardeos y ha criticado el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, al que acusó de “capitular completamente” ante Hamas.
Tanques israelíes bombardearon la ciudad de Yabaliya, en el norte de la Franja de Gaza el lunes, matando a un niño de cuatro años, Samih Iyneid, cuando un proyectil cayó en una casa en la ciudad de Yabaliya, al este de Gaza. Aviones israelíes lanzaron también tres bombardeos en Gaza.
Netanyahu mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Barack Obama, que expresó su “preocupación” por el creciente número de bajas palestinas. Obama afirmó que “Israel tiene derecho a defenderse”, apoyando de nuevo la falsa retórica israelí destinada a justificar su genocidio y agresión contra Gaza, pero pidió un “inmediato alto el fuego”.