Mientras los sionistas continúan sus masacres en Gaza el pueblo palestino se mantiene firme en Gaza y busca causar un daño máximo a la estructura del Ejército israelí.
Mientras los sionistas continúan sus masacres en Gaza el pueblo palestino se mantiene firme en Gaza y busca causar un daño máximo a la estructura del Ejército israelí al atacar a soldados, sus vehículos y sus concentraciones. Al adoptar la táctica de los bombardeos terroristas, el Ejército israelí busca quebrar la voluntad del pueblo de Gaza, pero los palestinos tienen claro que, sean cuales fueren los sacrificios, la era del bloqueo no ha de volver.
Los palestinos han mostrado su capacidad de lanzar cohetes y misiles que alcanzan ahora la totalidad de la tierra palestina ocupada por los sionistas y han creado una fórmula de represalia que no había existido anteriormente. Sin embargo, ellos disponen de misiles más poderosos y de mayor potencia que no han sido utilizados todavía y que obligarían a la población israelí a mantenerse en los refugios causando un daño más elevado a su economía. Esto llevaría también a mantener cerrado el espacio aéreo de la entidad sionista y causaría daños importantes al Aeropuerto Internacional Ben Gurion, que es una auténtica vía de respiro para Israel.
Los palestinos han conseguido llevar a cabo infiltraciones detrás de las líneas enemigas como la ocurrida en la base de Zikkim provocando así importantes grietas de seguridad dentro de la entidad sionista. Este proceso de actuar detrás de las líneas ha creado confusión e inquietud en las filas israelíes, tanto más cuando algunos resistentes que hablan hebreo actuaron disfrazados de soldados israelíes.
En varios enfrentamientos en Beit Hanun, Sofa y Nahal Oz, en las que participaron palestinos infiltrados, los sionistas perdieron más de 30 soldados y oficiales.
Contrariamente a lo que el enemigo espera, el bombardeo de edificios por tierra, aire y mar puede convertir las ruinas en un terreno ideal para la guerra urbana y guerra de guerrillas al igual que sucedió en batallas anteriores durante la Segunda Guerra Mundial en Stalingrado y otras zonas. Los palestinos se han preparado durante largo tiempo para una operación israelí de este tipo y tienen reservadas varias sorpresas que aparecerán una después de otra. Varios soldados israelíes han muerto, por ejemplo, al entrar en edificios minados que fueron hechos saltar con ellos en su interior.
Algunos medios presentes en los entierros de los militares israelíes han recogido la opinión de los familiares, los expertos y analistas militares y, en base a ella, señalan que se está produciendo un cambio psicológico importante en la entidad sionista en estos días. Hasta el momento, 53 soldados israelíes han muerto y varios centenares han resultado heridos. Estas bajas podrían incementarse hasta alcanzar los varios miles pronto.
Muchos expertos enemigos confiesan abiertamente que la Resistencia en Gaza ha triunfado y advierten que la entidad sionista debe parar esta guerra a cualquier precio porque el Ejército israelí hará frente a la desintegración y el colapso si tiene que librar una prolongada guerra de guerrilla urbana en Gaza, y quizás en otros puntos de Palestina, que no terminaría ni aún reocupando la totalidad de la Franja.
Esta batalla constituye, pues, un capítulo de una larga serie y no hay duda de que en el futuro se producirán resultados que serán en interés del pueblo palestino y del eje de la resistencia en su conjunto.