Después de que el asediado presidente yemení hiciera un llamamiento al diálogo, afirmando que las protestas eran la ruta de la sangre que no tendría éxito.
Después de que el asediado presidente yemení hiciera un llamamiento al diálogo, afirmando que las protestas eran la “ruta de la sangre” que no tendría éxito, activistas de la oposición convocaron el lunes nuevas protestas y pidieron la inmediata salida de Ali Abdullah Saleh del país. Mientras tanto, la violencia continuó en las calles cuando tropas rivales reanudaron los enfrentamientos.
“Los jóvenes no aceptarán esto”, dijo Walid al-Amari, un destacado miembro del comité juvenil de protestas, dirigiéndose a los manifestantes que se concentraban en la plaza situada en las inmediaciones de la principal universidad de la capital.
“Ellos no se darán por vencidos hasta lograr todos los objetivos de la revolución”, agregó, en referencia a la demanda de que el veterano presidente abandone el poder inmediatamente.
Parte de las protestas que tuvieron lugar el lunes en la Plaza del Cambio fueron llevadas a cabo por mujeres manifestantes, dijeron los organizadores.
Saleh confirmó a última hora del domingo que había autorizado a su vicepresidente a entablar un diálogo con la oposición y anunció la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas después de que un acuerdo fuera firmado.
CONVOCATORIA PARA EL DIÁLOGO
En un discurso en la televisión, Saleh dijo que la violencia no lograría efectuar un cambio en el país. “Este baño de sangre no os dará el poder”, dijo a los que se manifestaban contra él.
Él culpó a la violencia, que ha asolado a su país, a “elementos de Al Qaida” y agregó que estaba comprometido con la iniciativa de los países árabes del Golfo Pérsico para lograr la transferencia de poder en su país.
“A los que estáis corriendo tras el poder, digo que permitáis que vayamos juntos a unas elecciones. Estamos en contra de los golpes de Estado”, dijo Saleh en un discurso transmitido por la televisión estatal en el 49 aniversario de la revolución del 26 de septiembre 1962, que transformó a Yemen en una república.
“Hemos pedido en repetidas ocasiones que la transferencia de poder sea hecha a través de las urnas ... dejadnos recorrer juntos por el camino del diálogo y la rotación pacífica del poder a través de las urnas y las elecciones presidenciales anticipadas, tal y como la iniciativa del Golfo estipula,” señaló.
“Estamos comprometidos con la implementación de la iniciativa del Golfo en su redacción actual, que fue refrendada por el vicepresidente Abdrabuh Mansur Hadi, que fue autorizado para ello por un decreto presidencial”, dijo.
NUEVOS ENFRENTAMIENTOS
Mientras tanto, en Sanaa los soldados utilizaron munición real contra miles de manifestantes que cantaban “Dios es Grande; Libertad” y que habían salido de su campamento de protesta en dirección a las concurridas calles de la capital.
“Vi a los soldados desde arriba, en los edificios y en el puente”, dijo Mohammed al-Mas, de 21 años, uno de los manifestantes, cuya espalda estaba empapada en sangre por la herida de un arma de fuego. “Entonces empezaron los disparos y corrí, pero de repente sentí el disparo en la espalda.”
Los médicos dijeron que 18 personas resultaron heridas, dos de ellas en estado grave. Los médicos, salpicados de sangre, trabajaron para curar las heridas de bala en un hospital improvisado en la “Plaza de Cambio”, el nombre que los manifestantes han dado a su ciudad de tiendas de campaña instalada en el centro de Sanaa.