La prohibición de productos agrícolas decretada por Rusia podría costar a la Unión Europea 16.000 millones de dólares (12.000 millones de euros) y empujar el continente hacia una mayor crisis.
La prohibición de productos agrícolas decretada por Rusia podría costar a la Unión Europea 16.000 millones de dólares (12.000 millones de euros) y empujar el continente hacia una mayor crisis.
Rusia firmó el jueves un decreto que prohíbe las importaciones de carne, fruta, vegetales y productos lácteos de EEUU, la Unión Europea, Noruega, Canadá y Australia.
La UE depende en gran medida de sus exportaciones de alimentos a Rusia. El pasado año, este país compró 16.000 millones de dólares de alimentos del bloque de 28 naciones, es decir, un 10% del total de las exportaciones de este último, según Eurostat.
De este modo, la respuesta rusa a las naciones occidentales podría crear una crisis en el mercado, según la Federación Nacional de Uniones de Operadores Agrícolas, la mayor asociación de agricultrores de Francia. “Los productos que no sean exportados a Rusia aterrizarán en los mercados europeos y crearán una situación de crisis”, dijo el presidente de la Federación, Xavier Beulin, en una entrevista televisada.
España exportó en 2012 unas 100.000 toneladas de fruta a Rusia y Ucrania y esa producción irá ahora al mercado de la UE. Para Holanda, Bélgica y Grecia, que se hallan entre los mayores productores y exportadores de productos agrícolas del mundo, el golpe será también duro, ya que Rusia era uno de sus mayores clientes.
Polonia y los países bálticos se verán también en aprietos. Dicho sea de paso, éstos son los países que han apoyado con un mayor empeño las sanciones contra Rusia por su política hacia Ucrania. El primer ministro estonio, Taavi Roivas, señaló que no será fácil para las empresas del país reorientar su producción hacia los países de la UE donde existirán ya grandes excedentes.
Poco antes de que Rusia decretara la prohibición, la Unión Europea, EEUU y Canadá aprobaron una lista de sanciones contra compañías, bancos y políticos rusos y decretaron la prohibición de importación de ciertos bienes rusos en relación al conflicto de Ucrania.
De este modo, las medidas rusas supondrán un duro golpe a las economías de la Unión Europea, según afirma el experto de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Económicas, Leonid Poliakov.
“Ellos comprenderán rápidamente que deben hacer una elección entre la sumisión incondicional a las instrucciones de Washington y sus propios intereses económicos. Estamos totalmente seguros de encontrar quien reemplace las importaciones europeas. Encontraremos nuevos mercados y aseguraremos los suministros gracias a nuestros propios productores, cuya calidad no será peor y, en ocasiones, incluso mejor”.
En caso de que se produzcan nuevas sanciones por parte de la UE, Moscú aprobará otras contra el bloque europeo que irán dirigidas a sus importaciones en los sectores químico, farmacéutico, de material de construcción y automovilístico.
Moscú también ha considerado el prohibir a las compañías occidentales que sobrevuelen el territorio ruso en sus vuelos entre Europa y Asia. Esta decisión no ha sido tomada aún, pero Rusia ha anunciado la posibilidad de que sea adoptada como una advertencia a los países occidentales.
Desde marzo, la UE ha impuesto un total de nueve rondas de sanciones: dos contra el antiguo liderazgo ucraniano y siete contra Rusia.