EEUU y otros países occidentales están ejerciendo una significativa presión sobre el Tribunal Penal Internacional para impedir una investigación sobre los crímenes de guerra israelíes.
EEUU y otros países occidentales están ejerciendo una significativa presión sobre el Tribunal Penal Internacional para impedir una investigación sobre los crímenes de guerra israelíes en la asediada Franja de Gaza.
Según señaló el periódico The Guardian el lunes, los palestinos han pedido al Tribunal de La Haya que investigue los crímenes de guerra de Israel. Sin embargo, debido a la presión estadounidense, el TPI está dividido sobre si llevar a cabo o no tal investigación.
El informe señala que el Reino Unido y Francia, que están entre los mayores contribuyentes con fondos al presupuesto del TPI, también están presionando al tribunal para que no investigue las denuncias sobre crímenes de guerra cometidos por Israel.
Fuentes del TIP señalan que la Oficina de la Fiscal, Fatou Bensouda, está tratando de evitar las consecuencias políticas de una investigación. “Ellos están tratando de ocultarse detrás de argumentos legales para disfrazar lo que es una decisión política. Alegan falta de competencia para no verse implicados”, dijo un responsable del Tribunal a The Guardian.
“Para ella, es una difícil decisión y no está preparada para tomarla”, dijo el profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Leiden, John Dugard, sobre Bensouda. “Sin embargo, esto afecta a la credibilidad del TPI. Los africanos se quejan de que ella no duda nunca en abrir una investigación sobre su continente”.
El TPI juzgó también a criminales de guerra de la antigua Yugoslavia, como el ex presidente yugoslavo Slovodan Milosevic, que estaban enfrentados políticamente a EEUU.
“Existe una enorme presión para no seguir adelante con una investigación. Esta presión ha sido ejercida sobre el gobierno palestino, pero también sobre la Oficina de la Fiscal”, señala Gilles Devers, el abogado francés que representa a los palestinos. “En ambos casos, toma la forma de amenazas de cortar la ayuda financiera, tanto a la Autoridad Palestina como al Tribunal Penal Internacional”.
The Guardian señala que la investigación no sólo iría enfocada hacia los crímenes de guerra cometidos por Israel en el reciente asalto contra Gaza, sino que también abordaría el tema de los ilegales asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.
La potencial investigación podría tener amplias ramificaciones para el régimen israelí, señala The Guardian.
El periódico añade que Israel está tan preocupado por la posible investigación que ésta se ha convertido en un tema clave en las conversaciones sobre cese el fuego entre palestinos e israelíes en la capital egipcia, El Cairo.
A principios de agosto, el ministro de Exteriores palestino, Riad al Malki, dijo que él estaba promoviendo un caso de crímenes de guerra contra Israel en el TPI debido a la brutal agresión del régimen sionista en la asediada Franja de Gaza.
“Todo lo que ha ocurrido en los pasados 28 días es una clara evidencia de crímenes de guerra cometidos por Israel, que equivalen también a crímenes contra la humanidad”, dijo Malki a los periodistas tras reunirse con fiscales del TPI el 5 de agosto.
“No hay ninguna dificultad en construir el caso. Las pruebas están ahí. Israel está violando claramente el Derecho Internacional”, añadió.
Palestina es estado observador en la ONU y su adhesión al TPI ha sido retrasada sólo por razones políticas.
Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha anunciado su propia investigación, que fue inmediata y públicamente condenada por Israel.