La capacidad de los combatientes del EI de mantener su control sobre sus franjas de territorio en Siria e Iraq se está viendo cuestionada por la creciente resistencia popular a su control.
La capacidad de los combatientes del EI de mantener su control sobre sus franjas de territorio en Siria e Iraq se está viendo cuestionada por la creciente resistencia popular a su control.
En la pasada semana surgieron noticias de que varias localidades de la provincia oriental siria de Deir Ezzor, en la autopista cerca de la frontera iraquí, se hallan en una situación de revuelta contra el EI. Este último se vio obligado a enviar refuerzos para retomar dichas localidades.
Los incidentes se iniciaron cuando el EI violó su acuerdo con un grupo de líderes tribales y capturó a varios miembros de una de las tribus locales. Los habitantes de las localidades cercanas marcharon hacia la de Al Ashara e incendiaron el cuartel general del EI allí.
Cuatro días de lucha dejaron un saldo de nueve terroristas del EI muertos así como cinco civiles.
Las tres localidades que protagonizaron la revuelta son Kishkiyeh, Abu Hamman y Graniy. Aunque estas localidades, situadas en el corazón del territorio controlado por el EI, no han podido resistir un asalto del EI, su rebelión es un síntoma del creciente rechazo de los residentes contra las medidas extremas impuestas por la organización, que han creado un enorme resentimiento local.
Por su parte, varias tribus sunníes del oeste de Iraq han empuñado las armas contra los takfiris del EI, según señalan fuentes tribales y oficiales.
Esta sublevación se produjo en la provincia de Anbar, de la que el EI controla sectores importantes.
Esta provincia, fronteriza con Siria, vio ya en 2006 el surgimiento de una sublevación contra insurgentes extremistas vinculados a Al Qaida.
La sublevación de más de 25 tribus marca un giro en la guerra contra los grupos takfiris. Algunos sectores de Ramadi, la capital de Anbar, han escapado ya al control del EI desde enero.
“Esta revuelta popular ha sido decidida por todas las tribus que han decidido combatir contra el EI, que hace correr nuestra sangre”, dijo Sheij Abdel Yabbar Abu Richa, uno de los líderes de la sublevación, a AFP.
El general Ahmed Saddak, de la policía de Anbar, mostró el apoyo de las fuerzas de seguridad gubernamentales a la sublevación, desencadenada el pasado viernes.
Saddak dijo que la ofensiva contra el EI había comenzado por medio de ataques en varios sectores al noroeste de Ramadi.
“Los combates prosiguen. No nos detendremos hasta la total liberación de Anbar”, señaló.