Israel ha aprobado la construcción de 1.100 nuevas viviendas en la ilegalmente ocupada Jerusalén Este pese a la condena de esta acción por parte de la Unión Europea y EEUU.
Israel ha aprobado la construcción de 1.100 nuevas viviendas en la ilegalmente ocupada Jerusalén Este pese a la condena de esta acción por parte de la Unión Europea y EEUU, que la calificaron de “contraproducente” para las negociaciones de paz con los palestinos.
El martes, el Ministerio del Interior israelí anunció que había aprobado los planes para la construcción de nuevas unidades de vivienda en Gilo, un enclave de colonos en el sureste de Jerusalén Este, lo cual aumentará las tensiones con los palestinos, en un momento en el que la Autoridad Palestina ha presentado una iniciativa en la ONU para lograr la adhesión de un estado palestino a la organización.
El Ministerio dijo que la construcción podría comenzar después de un obligatorio período de 60 días para comentarios del público, un proceso que es una mera formalidad.
Según el Derecho Internacional, los asentamientos son ilegales y un estado que desplace a sus civiles al territorio de otro estado ocupado está cometiendo un crimen de guerra.
El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, condenó rápidamente la decisión de Israel, diciendo que equivalía a “1.100 Noes a la reanudación de las conversaciones de paz”. Él instó a EEUU, el aliado más cercano y más importante de Israel, a cambiar su posición y apoyar la iniciativa palestina en la ONU.
La AP pidió la semana pasada a la ONU que reconozca a un Estado palestino independiente en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza.
En una entrevista con el Jerusalem Post publicada el martes, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que no se congelaría de nuevo la construcción de asentamientos. Él dijo que una moratoria de 10 meses en la construcción el año pasado no había dado resultados. Él añadió que no veía necesidad de otra congelación. Netanyahu afirma que las negociaciones deberían comenzar “sin condiciones previas”.