¡Alstom! Se trata de una empresa francesa especializada en ingeniería civil, que en 2009 destacó a nivel internacional por la construcción de un tranvía en el Jerusalén Este ocupado.
¡Alstom! Un nombre para recordar! Se trata de una empresa francesa especializada en ingeniería civil, que en 2009 destacó a nivel internacional por la construcción de un tranvía en el Jerusalén Este ocupado, que supuso un apoyo de facto los asentamientos ilegales de Israel.
Omar Barguti, fundador del Movimiento de Palestino de Boicot, Desinversión y Sanciones, escribió en aquel momento que “el sistema de transporte forma parte de un plan secreto de Israel”, cuyas líneas generales fueron reveladas por el diario Haaretz en mayo. Se trataría de construir grandes proyectos de infraestructura para evitar la separación de Jerusalén en el futuro y, por lo tanto, frustrar cualquier esperanza de un acuerdo de paz.”
Ahora bien, esta misma empresa se ha hecho cargo de la ejecución de un proyecto para construir un enlace ferroviario entre Meca a Medina, en Arabia Saudí: un proyecto valorado en 10 mil millones de dólares.
Una ganga para los activistas de la campaña de boicot a Israel, denominada Campaña Dignidad, que afirman que “una empresa que aseguró el enlace ferroviario entre los asentamientos israelíes, no se merece ejecutar un proyecto en los lugares santos (islámicos)”.
El jefe de la Asociación Libanesa de Apoyo a la Ley de Boicot contra Israel, Abdul-Malik Sukariya, dijo al canal por satélite Al Alam que “los países europeos fomentan esta compañía y mantienen relaciones con ella porque alienta la colonización, y nosotros la alentamos también, dándole apoyo material y moral, lo que es una vergüenza para los árabes.”
Por su parte, el presidente de la Campaña Dignidad, Alteraani Jaled, dijo: “La empresa Alsthom es un socio en el crimen de judaización de Jerusalén y la limpieza étnica practicada contra los palestinos en la ciudad santa por parte de los ocupantes israelíes. Nuestro deber es dar a conocer las actividades de esta compañía a la opinión pública árabe.”
Arabia Saudí ha admitido que productos israelíes han entrado en su mercado a través de empresas árabes y extranjeras, informó Al Alam.
De hecho, el Ministerio de Industria y Comercio saudí dijo en un comunicado que algunas compañías árabes han firmado acuerdos de asociación con sus homólogas israelíes en el terreno del comercio y han adquirido, por ejemplo, fertilizantes agrícolas y semillas de origen israelí. Estos productos han sido luego reexportados a Arabia Saudí.
El Ministerio restó importancia a la gravedad de esta situación, que constituye una violación de las resoluciones árabes de boicot contra Israel, y se limitó a advertir a “todas las empresas saudíes acerca de las consecuencias de la normalización de relaciones con una empresa israelí o con cualquier tercero que introduzca productos israelíes o dudosos en los mercados del Reino”.