El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que continúa en el poder gracias al apoyo de EEUU, se ha mostrado indiferente ante la enorme demostración de fuerza que supusieron las manifestaciones de ayer, en las que participa
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que continúa en el poder gracias al apoyo de EEUU, se ha mostrado indiferente ante la enorme demostración de fuerza que supusieron las manifestaciones de ayer, en las que participaron hasta ocho millones de egipcios, según diversos medios. Estos manifestantes llenaron por millones las calles de El Cairo y Alejandría para pedir la salida del poder del presidente.Mubarak, que ha estado en el poder durante 29 años, apareció en la televisión pública egipcia el martes durante unos 10 minutos para anunciar a los egipcios que continuaría en el poder justo hasta “el final de su mandato”.
Él afirmó querer preparar, durante los ocho meses de mandato que le quedan, una transición pacífica, especialmente modificando la Constitución con el fin de facilitar las candidaturas para las elecciones presidenciales.
El presidente egipcio, que está actualmente finalizando su quinto mandato de seis años, anunció que no se presentaría a un nuevo mandato presidencial.
“He combatido en una guerra por este país, donde he vivido, y la historia me juzgará,” añadió. Egipto es “la nación que he defendido y donde voy a morir”.
Por otro lado, él prometió “perseguir ante la justicia a todo aquel que haya hecho reinar el caos en el país.”
RECHAZO POPULARSin embargo, el anuncio de Mubarak de que continuará en el poder fue inmediatamente rechazado por las varias decenas de miles de manifestantes reunidos a esa hora en el centro de El Cairo a pesar del toque de queda, lo que permite augurar la continuación de las protestas y manifestaciones.
“El presidente es muy testarudo, pero nosotros somos más testarudos que él. No abandonaremos el lugar” -la Plaza Tahrir (Liberación), que se ha convertido en el epicentro de la mobilización en El Cairo-, declaró uno de los líderes de la protesta.
Por su parte, el opositor egipcio, Mohamed ElBaradei, se negó a aceptar las promesas de Mubarak y las denunció como “un truco”.
El martes, Egipto vivió las mayores manifestaciones de su historia. Hasta el momento, 300 personas han muerto en las protestas, la mayoría abatidas por las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes consideran a Mubarak como máximo responsable de los males que azotan el país - pobreza, paro, falta de libertades, persecuciones políticas y corrupción.