Decenas de compañías en Israel se arriesgan a cerrar sus puertas debido al boicot europeo e internacional contra los productos israelíes, según señaló el periódico israelí Maariv.
Decenas de compañías en Israel se arriesgan a cerrar sus puertas debido al boicot europeo e internacional contra los productos israelíes, según señaló el periódico israelí Maariv.
“El boicot de productos israelíes por la Unión Europea podría empujar a varias fábricas a declararse en quiebra”, señaló.
“Europa se niega a importar productos lecheros que provienen de los ilegales asentamientos israelíes”, señala el diario israelí.
“Esto ha llevado a 80 fábricas a una situación de riesgo”, añade el periódico. Según el director del Departamento de Productos Lácteos del Ministerio israelí de Agricultura, las exportaciones lácteas israelíes hacia Europa cesarán a partir del mes de septiembre.
La Unión Europea anunció que desea publicar una lista de productos procedentes de los asentamientos para que los europeos eviten comprarlos.
“Ciertamente, las pérdidas infligidas a Israel por este boicot sobrepasan los 30 millones de dólares, pero el principal peligro consiste en ver el boicot extenderse a otros productos de los asentamientos”, señaló el periódico.
Sin embargo, la campaña en favor del boicot a Israel en todo el mundo no va dirigida sólo contra los productos de los asentamientos, sino contra todos los productos israelíes o de compañías que colaboran con Israel.
El experto en economía israelí Mahand Akal ha señalado que “Israel se enfrenta al riesgo de un boicot que afecta a decenas de sectores de la economía. Esto desencadenará una dinámica contraproducente para la clase dirigente en la medida en que los hombres de negocios acabarán por ejercer presiones sobre los políticos para que logren un compromiso con los palestinos”.
Efectos de los cohetes
Los cohetes de Hamas también están teniendo un duro impacto sobre la economía israelí, según el diario israelí Haaretz. “Una situación en la que estamos experimentando ataques con cohetes será muy difícil de soportar”, dijo Mati Bavli, director ejecutivo de Magen Eco Energy, que fabrica paneles solares en el Kibbutz Magen, cerca de la frontera de Gaza. “La situación en una guerra de desgaste como ésta no permite ver claro el futuro.”
El gobernador del Banco de Israel, Karnit Flug, ha estimado que la Operación Roca Sólida ha costado a la economía israelí unos 5.000 millones de shekels (1.400 millones de dólares), es decir, el 0,5% del PIB. Sin embargo, Flug ha convocado a los altos responsables del banco para reevaluar los costes de la guerra debido a su prolongación.
Tamir Simchi, director ejecutivo de Michsaf, un fabricante de utensilios de cocina en el Kibbutz Nir Am, cerca de la frontera con Gaza, señaló que “después de cinco días de tregua volvemos a una situación muy problemática. En los pasados dos días hemos tenido sirenas y cohetes. La fábrica opera ahora a tiempo parcial.” El pasado miércoles sólo el 20% de los empleados se presentó a trabajar.
Según Retail Information Systems, las ventas en las tiendas han disminuido un 12% en el sur, un 6% en Tel Aviv y un 7% en el conjunto de la entidad sionista. Sin embargo, Danny Mishel, director ejecutivo de Aroma Israel, una cadena de cafeterías, dijo que las ventas en las ciudades de Ashkelon y Ashdod cayeron un 40%.
“Estuve hablando con nuestra franquicia en Ashkelon y me dijo que será muy difícil para ellos continuar así mucho tiempo. Pensábamos que esto había pasado ya y ha vuelto de nuevo. Es muy desalentador”, dijo Mishel.
Los agricultores también sufrirán grandes pérdidas si la lucha continúa durante el mes de octubre, cuando comienza la temporada de la cosecha. El jefe del Consejo Regional de Eshkol, Haim Yellin, advirtió que los daños podrían alcanzar los 1.000 millones de shekels.
“Estamos hablando de un daño económico a largo plazo y no sólo de un perjuicio directo, por el que tendremos una compensación (del gobierno). Los contratos con los clientes europeos tendrán que ser cancelados y eso destruirá la economía de la zona”.
Él añadió que los tanques israelíes han arrasado mucha tierra cultivable y añadió que estaba preocupado por la posibilidad de que los trabajadores extranjeros abandonen el país si la lucha se prolonga.