En el último año, la actividad de los túneles entre la Franja de Gaza y Egipto se ha vuelto más difícil.

En el último año, la actividad de los túneles entre la Franja de Gaza y Egipto se ha vuelto más difícil. Los túneles se convirtieron durante el bloqueo de Gaza en una línea de vida que permitió a los palestinos de la Franja recibir productos básicos que necesitan en medio de un bloqueo en el que Egipto ha participado activamente.

Muchos túneles han escapado a la vigilancia de las autoridades egipcias. Esto ha permitido el transporte de comida, medicinas, materiales de construcción y armas a través de los mismos.

En las recientes conversaciones, Egipto medió en las conversaciones entre facciones palestinas lideradas por Hamas para poner fin al conflicto de Gaza, pero se negó a discutir una suavización de las restricciones en el punto fronterizo de Rafah, que es una de las exigencias de los palestinos.

Según un guía que acompañó a un reportero de Reuters, el número de túneles en la frontera es en la actualidad de unos 500, una cifra inferior a los 1.500 que existían antes de la última ola represiva lanzada por el presidente egipcio Abdul Fattah al Sisi contra los mismos.

Los mayores túneles, donde podían entrar incluso vehículos, fueron destruidos por los egipcios, pero los más pequeños, de entre 1 y 2 metros de anchura, sobrevivieron.

El guía dijo que unos 200 túneles han sido construidos en los pasados dos años y varios nuevos entran en servicio cada semana.

Israel ha estado presionando a Egipto para que destruya estos túneles y ha lanzado una campaña de propaganda para afirmar que Hamas ha estado ayudando a la insurgencia en el Sinaí a través de los mismos, lo cual Hamas ha negado.

Los propietarios de los túneles, egipcios y palestinos, cobran por la circulación en ellos. La mayoría de los que los atraviesan son hombres, pero hay también mujeres y niños e incluso animales. Los cargamentos de comida, medicinas y armas continúan entrando en Gaza por este medio. De este modo, la existencia de los túneles ha permitido mantener no sólo viva la economía de Gaza, sino también el esfuerzo bélico palestino en la guerra actual.