En las últimas semanas han aparecido indicaciones de que Irán ha incrementado su apoyo a los gobiernos de Siria e Iraq para luchar contra el terrorismo y concretamente contra el EI.
En las últimas semanas han aparecido indicaciones de que Irán ha incrementado su apoyo a los gobiernos de Siria e Iraq para luchar contra el terrorismo y concretamente contra el EI, según señalan medios de Oriente Medio.
Según fuentes sirias bien informadas, los iraníes han proporcionado a Siria datos de inteligencia sobre los movimientos del Estado Islámico en el Este de Siria y sobre las reuniones y comunicaciones de los líderes del EI. Estas fuentes afirman que Irán ha creado también una sala de operaciones en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, paralela a la sala de operaciones conjunta norteamericano-iraquí.
Irán ha sido también el primer país que ha entregado armas y equipos de reconocimiento y escucha a los combatientes kurdos en el Kurdistán iraquí para defenderse frente al EI, según reconoció recientemente el presidente de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, Massud Barzani, durante una visita del ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, a Erbil.
Una fuente kurda dijo a Al Yazira hace pocos días que varios centenares de soldados iraníes habían participado en la lucha junto a unidades kurdas cerca de Erbil y luego regresado a sus bases en Irán. Medios iraníes han desmentido, sin embargo, que Irán participe en combates en Iraq y han señalado que las acciones iraníes se han limitado a entregar armas y proporcionar asesoramiento a las autoridades iraquíes y las de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Irán ha decidido, pues, no esperar a lo que los estadounidenses hagan en Iraq y Siria y ha buscado tomar sus propias medidas contra el EI que constituye una amenaza contra Irán y sus aliados sirio e iraquí.
Al mismo tiempo, la entrada de Irán en la lucha contra el EI se ve favorecida por la alianza del país con Siria y es vista con simpatía con las autoridades sirias, ya que ella servirá también para disminuir la presión de EEUU sobre Damasco para realizar concesiones políticas a cambio de ayuda contra el EI o incluso para abortar una vez más los planes de Washington para derrocar al gobierno del presidente Bashar al Assad.
Rusia ha incrementado asimismo las entregas de armas a Siria e Iraq, según manifestó recientemente el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, que acusó a EEUU de mantener una postura hipócrita al negarse a colaborar con el gobierno sirio en la lucha contra el terrorismo.
Él advirtió a EEUU que cualquier operación militar estadounidense en Siria que no cuente con la aprobación de su gobierno supondría una “violación del Derecho Internacional”.