Líbano viene sufriendo desde hace semanas la amenaza de los ataques del Estado Islámico y el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida,que lanzó ya una agresión fallida en agosto contra la ciudad de Arsal
Líbano viene sufriendo desde hace semanas la amenaza de los ataques del Estado Islámico y el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, que lanzó ya una agresión fallida en agosto contra la ciudad de Arsal, cercana a la frontera siria, que costó la vida a 19 soldados libaneses a principios de agosto, y ahora se prepara para reanudar los ataques.
Al mismo tiempo, el EI ha amenazado con asesinar a un grupo de 29 soldados y miembros de las Fuerzas de Seguridad Internas capturados en Arsal si no son liberados varios terroristas takfiris que se encuentran en las prisiones libanesas.
Uno de los 11 libaneses fue decapitado ya la pasada semana, una ejecución que fue mostrada en un vídeo, y el EI ha anunciado que matará a otro soldado en un plazo de tres días si no se pone en libertad a los mencionados terroristas.
La ejecución de este soldado, Ali Sayyed, ha generado una reacción masiva en los medios sociales libaneses y protestas de los residentes locales. Se produjeron manifestaciones en diversas localidades del Este del Líbano en favor del Ejército y contra el EI.
El pasado jueves, además, un coche militar con cinco soldados a bordo fue atacado por terroristas cerca de Arsal. Los militares contraatacaron y “un vehículo perteneciente a los terroristas y equipado con una ametralladora antiaérea de 23 mm fue destruido”, dijo el Ejército, que añadió que se habían producido “muertos y heridos” entre los asaltantes.
El Ejército libanés, por su parte, ha movilizado a unos 100.000 efectivos para la defensa del territorio nacional frente a la amenaza del EI y el Frente al Nusra. Dado lo acontecido en Siria e Iraq, y concretamente las brutales acciones del grupo terrorista contra los musulmanes sunníes, shiíes y cristianos, todos los libaneses saben que la opción en este combate sólo puede ser la victoria. La rendición aquí significa la muerte.
La presión sobre el Líbano se ha visto, sin embargo, disminuida por las acciones de Hezbolá en la región de Qalamún, en el territorio sirio, donde centenares de combatientes del EI y el Frente al Nusra han muerto durante este año.
Según diversas informaciones, la amenaza del EI ha llevado a muchos cristianos libaneses seguidores del bloque del 14 de Marzo a manifestar su descontento con la actitud de los líderes de esta coalición, en especial los de la Corriente del Futuro, liderada por Saad Hariri, que insisten en culpar a Hezbolá y su intervención en Siria de la llegada del terrorismo takfiri al Líbano.
Los cristianos del 14 de Marzo han rechazado estas alegaciones y han manifestado incluso su apoyo a las acciones militares de Hezbolá contra el EI. Aunque Hezbolá no ha participado en los últimos combates del Ejército contra el EI con el fin de evitar las alegaciones de sectarismo, el movimiento se halla en estado de alerta para apoyar al Ejército si fuera necesario.
Al mismo tiempo, Líbano lleva a cabo una cooperación con Siria con el fin de coordinar las operaciones conjuntas a ambos lados de la frontera. EEUU ha enviado también un avión con armas para el Ejército libanés con el fin de impedir la progresión del EI en el Líbano.