24-11-2024 11:25 PM Tiempo de Jerusalén

Segunda Movilización Gigante en el “Viernes de la Partida”

Segunda Movilizaci&oacuten Gigante en el “Viernes de la Partida”

A pesar de las agresiones sin precedentes en su contra, centenares de miles de egipcios han afluido a la Plaza Tahrir en El Cairo y otras ciudades del país para pedir la salida del presidente Hosni Mubarak, una mobilizaci&oa

A pesar de las agresiones sin precedentes en su contra, centenares de miles de egipcios han afluido a la Plaza Tahrir en El Cairo y otras ciudades del país para pedir la salida del presidente Hosni Mubarak, una mobilización bautizada como “el Viernes de la Partida”.

Los organizadores esperan movilizar, como el pasado 28 de enero, a más de un millón de personas tras la oración musulmana semanal.

Varios activistas han sido amenazados de muerte por elementos fieles a Mubarak. Estos últimos han obligado a varios imames de las mezquitas a pedir a los fieles que no participen en las manifestaciones, algo que será con toda seguirdad ignorado por estos últimos.
 Durante la noche del jueves al viernes, en la Plaza de Tahrir miles de manifestantes desafiaron de nuevo el toque de queda nocturno, acampando con tiendas y calentándose con fuegos tras una jornada de agresiones perpetradas por el régimen de Mubarak en contra de los manifestantes.

Al menos ocho personas han muerto y más de 800 fueron heridas el miércoles y jueves tras la ola de violencia.

Al mismo tiempo, las autoridades han optado por la fuerza al arrestar a siete jóvenes líderes del movimiento de protestas, tras su encuentro con el opositor Mohamed ElBaradei, según gente próxima a los mismos.
 Decenas de periodistas extranjeros han sido igualmente agredidos, interrogados o intimidados por elementos del régimen de Mubarak en esos dos últimos días. La televisión no ha difundido imágenes en directo desde la Plaza Tahrir en la noche del jueves al viernes.

El Ejército, la espina dorsal del régimen, vigila sin intervenir. Sólo actúa muy raramente para dispersar a los protagonistas de disturbios o intentar salvar a los agredidos.

Frente a la situación alarmante, el Pentágono ha asegurado que no cuenta con detener las entregas de armas a su aliado egipcio. Su apoyo militar anual asciende a 1.300 millones de dólares.

La actual ola de contestación social en Egipto comenzó el pasado 25 de enero, tras la Revolución de Túnez, que vio la partida del presidente Zin El Abidin Ben Ali bajo la presión popular.