Al menos 18 combatientes del Estado Islámico, incluyendo varios norteamericanos y europeos y líderes de la organización, murieron el 4 de Septiembre en un ataque aéreo sirio.
Al menos 18 combatientes del Estado Islámico, incluyendo varios norteamericanos y europeos y líderes de la organización, murieron el 4 de Septiembre en un ataque aéreo sirio contra el cuartel general del grupo en el distrito de Garbiya de Raqqa, la principal ciudad tomada por el grupo en Siria. El ataque cogió desprevenidos a varios comandantes de la organización que se habían reunido en la instalación.
Un segundo grupo de responsables militares del EI murieron o resultaron heridos en un segundo ataque de la aviación siria contra la base del grupo en Abu Kamal, cerca de la frontera iraquí.
Según el sitio israelí Debka.com, los dirigentes de ambos grupos se habían reunido en ambos lugares para celebrar encuentros y coordinar sus ataques en Siria e Iraq. Los planes para Siria comprendían ataques contra Deir Ezzor y Al Qaim, mientras que los planes para Iraq se centraban en el este y centro de ese país.
Según el sitio, la información sobre los encuentros del EI sólo puede haber llegado a los sirios de dos fuentes: de la vigilancia con aviones y satélites de EEUU o por agentes de inteligencia iraníes situados en puntos estratégicos de Siria. Esto se refleja también en la precisión quirúrgica de los dos ataques de la aviación siria.
El día anterior a los ataques, el 3 de Septiembre, aviones estadounidenses atacaron una base del EI en la ciudad iraquí de Tal Afar matando a su jefe militar, Abu Hayar al Sufi, y a dos lugartenientes del jefe del EI, Abu Bakr al Bagdadi.