El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, advirtió que Rusia respondería a la aprobación de nuevas sanciones contra el país mediante esta medida contra las compañías aéreas occidentales.
Rusia prohibirá a las compañías aéreas occidentales sobrevolar su territorio en sus vuelos entre Europa y Asia en caso de la aprobación de nuevas sanciones occidentales contra el país. Esto incrementaría los costes de estos vuelos en decenas de miles de euros en keroseno.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, advirtió que Rusia respondería a la aprobación de nuevas sanciones contra el país mediante esta medida contra las compañías aéreas occidentales.
“En caso de nuevas acciones contra nuestro sector energético o financiero, tendremos que responder de forma asimétrica”, dijo el jefe del gobierno ruso en una entrevista publicada el lunes en el sitio del periódico ruso Vedomosti.
“Partimos del principio de que disfrutamos de unas relaciones amistosas con nuestros socios y es por lo que el cielo por encima de Rusia está abierto a los sobrevuelos”, explicó Medvedev.
“Sin embargo, si se nos imponen restricciones, debemos responder. Si las compañías occidentales se ven obligadas a volar fuera de nuestro espacio aéreo, esto puede provocar la quiebra de muchas de ellas que están ya ahora al límite de su supervivencia”, añadió.
Rusia sugirió ya a principios de agosto que planeaba prohibir a las compañías occidentales el sobrevuelo de su territorio, que es el camino más corto para los vínculos entre Europa y Asia.
Una medida de este tipo sería doblemente dolorosa para estas compañías, que verían sus facturas de combustible crecer enormemente además del crecimiento del número de horas de vuelo.
“Las sanciones no ayudan a restablecer la paz en Ucrania”, señaló Medvedev, que indicó que ellas no se explican más que por “la voluntad de utilizar la fuerza en las relaciones internacionales”.
Medvedev ha estimado que las sanciones son “una espada de doble filo” y que “aquel que las aprueba en primer lugar se condena a sí mismo a sufrir también restricciones”. Él recordó en este sentido que Rusia “no había comenzado” esta política y que había “mostrado paciencia durante un largo período”.
Tras la introducción de sanciones económicas sin precedentes contra Rusia durante el verano, Moscú decretó un embargo de la mayor parte de productos alimenticios europeos y estadounidenses.