Rusia y China están discutiendo la posibilidad de crear un instrumento análogo al SWIFT para las transacciones financieras entre los dos países, señaló el viceprimer ministro ruso, Igor Chuvalov.
Rusia y China están discutiendo la posibilidad de crear un instrumento análogo al SWIFT para las transacciones financieras entre los dos países, señaló el viceprimer ministro ruso, Igor Chuvalov, tras sus encuentros en Pekín con representantes de empresas chinas en el marco de una reunión de la Comisión Rusia-China sobre Inversiones.
Chuvalov señaló que el lado chino había apoyado la iniciativa y que los departamentos rusos competentes están estudiando en la actualidad la posibilidad de su implementación.
La idea de crear un sistema análogo al SWIFT se produjo después de las amenazas formuladas por los países de la UE de expulsar a Rusia del sistema mundial de pagos interbancarios en el marco de las sanciones aprobadas por los acontecimientos de Ucrania. No es seguro que esta amenaza pueda ser puesta en práctica en la realidad dada la interdependencia económica entre Rusia y la UE. Así por ejemplo, la cuota del gas ruso en el mercado europeo ha aumentado desde el 25% al 33% en cuatro años. Y Ucrania estará obligada a llegar a un acuerdo sobre la factura del gas con Rusia. De este modo, el excluir a Rusia del sistema de pagos conllevaría numerosos problemas.
Estos llamamientos a desconectar a Rusia del sistema SWIFT parecen, pues, declaraciones retóricas. Sin embargo, no cabe excluir que puedan ponerse en marcha en algún momento del futuro. Así por ejemplo, el Reino Unido propuso desconectar a Rusia del sistema SWIFT durante dos semanas. Irán ha sido ya víctima de una medida similar de exclusión como parte de las sanciones que sufre.
De este modo, la amenaza de sanciones ha creado un sentimiento de incertidumbre entre los hombres de negocios e inversores. Para evitar cualquier eventualidad, Rusia ha propuesto crear su propio sistema de pagos internacionales, explica el economista en jefe del Sberbank CIB, Eugueni Gavrilenkov.
“Esta idea es lógica y realista. Es posible crear un sistema independiente puesto que la tecnología SWIFT no es única. Todo el proceso podría llevar unos dos años. Otra cuestión es hasta qué punto un sistema de este tipo sería demandado por el mercado, puesto que el SWIFT es un sistema mundial que todo el mundo utiliza”.
Según Gavrilenkov, la viabilidad de este sistema dependerá del número de bancos que estén interesados en utilizarlo. Los bancos chinos han mostrado ya su interés en la creación del mismo. Una alternativa al SWIFT es una perspectiva muy atractiva para China, puesto que le permitirá reducir su dependencia con respecto a la voluntad política de los estados occidentales en el terreno comercial. Esto se une a sus planes para ir reduciendo progresivamente la utilización del dólar en favor del yuan en las transacciones internacionales.
Una alternativa a los sistemas de pago para los particulares
Si la alternativa al sistema SWIFT está destinada a garantizar los pagos bancarios, habrá también una alternativa de pago a los particulares rusos sin pasar por los sistemas de pagos occidentales. Se trata de extender el sistema de pagos chino Union Pay al mercado ruso. De momento, este sistema de pagos juega un papel marginal en Rusia. Sin embargo, en el curso de los próximos tres años el número de tarjetas de Union Pay en Rusia alcanzará los dos millones, según el portavoz del sistema chino Fang Riguang.
El viceprimer ministro ruso Igor Chuvalov declaró que la Union Pay está lista para cooperar plenamente con Rusia en la creación de un sistema nacional de tarjetas de crédito y débito. La parte china ha propuesto que su infraestructura sea utilizada para efectuar los pagos en yuanes y rublos.
El sistema de pagos chino no va a expulsar del mercado ruso a las tarjetas Visa o Master Card. Sin embargo, las perspectivas de la aparición de sistemas alternativos en los mercados nacionales e internacionales son muy prometedoras. Casi la mitad de los intercambios bilaterales entre Rusia y China serán realizados ya próximamente en rublos y yuanes, según el viceministro de Finanzas ruso, Alexei Moisseyev.
Los presidentes de los dos estados declararon en mayo de este año su voluntad de aumentar la proporción de sus transacciones realizadas en yuanes y en rublos, dijo Moisseyev, añadiendo que los dos países van a preparar un acuerdo intergubernamental sobre las transacciones en las monedas nacionales.