Dicho acuerdo sería aceptable para Irán, que dispone de una gran influencia en ambos países y podría amenazar la operación militar en su conjunto si EEUU sobrepasa sus líneas rojas.
Según fuentes diplomáticas que asistieron a la conferencia internacional sobre el terrorismo del Estado Islámico que tuvo lugar en París hace dos días para discutir los mecanismos de guerra contra el grupo y los medios de apoyo a los países que participan en esta lucha, se produjo un acuerdo entre EEUU y Rusia para compartir los roles en la lucha contra el terrorismo.
Según el sitio de información Hadath News, Washington propuso atacar al EI y al Frente al Nusra en Iraq afirmando que posee bases militares en Arabia Saudí y Qatar, lo que hace las operaciones más fáciles. Por su parte, Moscú tendría por misión el atacar al EI en Siria, ya que posee bases militares en la costa siria y sus aviones navegan con total seguridad en el espacio aéreo sirio.
Dicho acuerdo sería aceptable para Irán, que dispone de una gran influencia en ambos países y podría amenazar la operación militar en su conjunto si EEUU sobrepasa sus líneas rojas.
Durante su intervención en la conferencia, el ministro ruso puso de relieve varios puntos:
En primer lugar, él afirmó que se impedirá a los terroristas crear un “estado” en Iraq y Siria. “Los líderes del EI no deben hacerse ninguna ilusión. Ellos no representan al Islam y nunca se les permitirá crear su propio estado”, declaró.
En segundo lugar, Lavrov subrayó que la oposición al terrorismo “no debe ser sacrificada por la voluntad de algunos de derribar un régimen en tal o cual país”. El ministro citó dos ejemplos de consecuencias negativas de tales políticas: “Éste fue el caso de Libia, cuando ciertos países cerraron los ojos y se inmiscuyeron unilateralmente en el conflicto. Vemos ahora qué consecuencias tuvo aquella política para Libia y Mali”.
En tercer lugar, el ministro ruso mostró la oposición de Rusia a la intención de EEUU de atacar las posiciones de los terroristas en Siria sin cooperar con Damasco y se indignó por la ausencia de Siria e Irán en la conferencia. Estos países son considerados por Rusia como “aliados naturales” en el combate contra el EI. Francia tenía previsto invitar a los sirios y los iraníes, pero EEUU se pronunció contra esta iniciativa.
Serguei Lavrov llamó a los miembros de la coalición antiterrorista a dar prueba de “una verdadera cohesión sin dejar que las otras diferencias que les oponen, incluyendo Ucrania, perjudiquen su cooperación a la hora de promover acciones conjuntas contra el terrorismo”. “Los extremistas buscarán beneficiarse de las diferencias en nuestras posiciones para tratar de dividirnos”, advirtió el ministro ruso. Él dijo que Rusia suministra ya una ayuda militar notable a Iraq y a Siria y estaría dispuesta a participar en la elaboración de medidas comunes y suplementarias para combatir el terrorismo.
En particular, Moscú tiene la intención de apoyar en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución de EEUU sobre los combatientes terroristas extranjeros, según una fuente del gobierno ruso.
El presidente Barack Obama cuenta con someter personalmente este documento al examen del Consejo el 24 o 25 de septiembre. La resolución llama a intensificar la lucha contra los combatientes extranjeros que participan en los conflictos armados internos. Según los servicios de inteligencia norteamericanos, unos 12.000 combatientes extranjeros en Iraq y Siria combaten al lado de los extremistas. Según dicha fuente, el proyecto de resolución en curso de preparación se corresponde con los intereses de Moscú, que ha denunciado desde hace mucho tiempo este peligroso fenómeno.
Por otro lado, resulta primordial para Rusia que el proyecto en cuestión sea claramente asociado a las realidades de Oriente Medio y el Norte de África. Él va dirigido contra el EI, el Frente al Nusra y otros grupos radicales asociados a Al Qaida. Ciertos países occidentales habían apoyado verbalmente la exigencia de Kiev de designar a las repúblicas autoproclamadas independientes de Lugansk y Donetsk como “grupos terroristas”, algo a lo que Rusia se opone formalmente. Según la fuente, Moscú apoyará la resolución estadounidense a condición de que ella no busque extender su campo de aplicación a otras regiones.