El primer ministro iraquí, Haidar Abadi, excluyó cualquier posibilidad de que EEUU envíe militares a Iraq para luchar contra el EI e insistió en que estas tropas no serían bien recibidas.

En una entrevista con AP, el primer ministro iraquí, Haidar Abadi, excluyó cualquier posibilidad de que EEUU envíe militares a Iraq para luchar contra el EI e insistió en que estas tropas no serían bien recibidas.

“No las queremos. Ni tampoco las permitiremos”, dijo Abadi, que aunque ha expresado su apoyo a los actuales ataques aéreos de EEUU contra el EI ha mostrado también su irritación por el hecho de que EEUU haya excluido a Siria e Irán, dos aliados de Iraq, de la cumbre de París sobre el EI del pasado lunes.

Los comentarios de Abadi se producen pocos dís después de que Iraq dijera que los aviones saudíes o emiratíes no eran bien recibidos para participar en la guerra contra el EI. Iraq ha acusado a Arabia Saudí y otros países del Golfo de apoyar el terrorismo en su territorio.

Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, continú excluyendo el envío de tropas terrestres a Iraq, pero el jefe del Ejército, Ray Odierno, ha dicho que tal envío podría ser “inevitable”.

Las declaraciones de Abadi sugieren la existencia de una desconexión entre EEUU y el gobierno iraquí en la guerra contra el EI en relación a lo que la Administración norteamericana intenta hacer. Algunos responsables estadounidenses parecen haber creído que Iraq accedería a cualquier cosa que ellos pidieran, pero éste no parece ser el caso.

Muqtada al Sadr advierte

Por su parte, Muqtada al Sadr, uno de los líderes shiíes de Iraq, ha advertido a EEUU en contra de enviar tropas terrestres al país y ha pedido a “los muyahidines que luchan contra el EI que se retiren de las zonas de combate en el caso de que estas fuerzas intervengan”. También ha llamado a los iraquíes a realizar manifestaciones populares que muestren su opinión en este tema.

Él dijo que los llamamientos en EEUU a enviar tropas a Iraq proceden de su arrepentimiento por haber retirado sus fuerzas del país, hecho éste que “fue impuesto por la feroz resistencia militar de nuestros héroes y por la resistencia política que redujo el acuerdo norteamericano-iraquí a un papel mojado”.

“Os digo que si volvéis, nosotros volveremos también y Dios concederá a sus fieles muyahidines una victoria sin precedentes. Dado que habéis encendido el fuego de nuestra cólera y nuestra resistencia, esta vez os haremos pagar cara vuestra decisión.”

Él alabó también al gobierno iraquí por no recurrir a la presencia de ocupantes extranjeros en la lucha contra el EI, que según Al Sadr, es “una creación norteamericana y el fruto de la mentalidad destructora colonial”.