EEUU invirtió 5.000 millones de dólares en varias ONGs de Ucrania para financiar sus actividades dirigidas a derrocar al presidente Viktor Yanukovich y al gobierno legítimamente elegido en el país.

EEUU invirtió 5.000 millones de dólares en varias ONGs de Ucrania para financiar sus actividades dirigidas a derrocar al presidente Viktor Yanukovich y al gobierno legítimamente elegido en el país, señaló RIA Novosti.

Tales datos fueron presentados el jueves en una conferencia científica internacional en Belgrado por el periodista y activista social británico Neil Clark.

“En Ucrania, ellos gastaron 5.000 millones de dólares en una acción contra el gobierno. Se trata del dinero de los contribuyentes norteamericanos que fue enviado a ONGs de Ucrania para derribar al gobierno legítimo del país”, dijo Clark.

Según él, desde el bombardeo en 1999 de Yugoslavia por los países de la OTAN, el mundo es testigo de una guerra liderada por EEUU contra las potencias rivales, como Rusia y China, y “otros países estratégicamente importantes”.

“Los ataques militares vienen precedidos por agresiones económicas contra el país mediante la imposición de sanciones económicas”, dijo el experto. “Y, si es necesario, también se alienta la actividad terrorista contra esos países, se ataca a las fuerzas gubernamentales y se provocan guerras civiles”.

“Podemos ver esas tácticas hoy en día en Ucrania. Una lista de países independientes han sido agredidos y sancionados o desestabilizados en todo el mundo desde 1999: Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Venezuela e Irán y ahora la amenaza va dirigida directamente contra Rusia. Vemos las sanciones contra ese país y la demonización de su líder”, dijo Clark.

En una conferencia sobre el centenario de la Primera Guerra Mundial, él señaló que “la política de los líderes occidentales en la actualidad es más terrible de lo que era hace 100 años”.

“En la actualidad, varios países luchan por el derecho a conservar su independencia. Los estados deben tener el derecho a construir su propio modelo político, económico y social. Debemos apoyar los esfuerzos de los países que luchan por su independencia y para no convertirse en unos títeres en manos de fuerzas externas”, concluyó.